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Baños de hielo: Mitos y verdades de una práctica deportiva que puede ser mortal
La muerte de un padelista en Guayaquil prendió las alarmas de este tratamiento de recuperación física. Conozca una guía
La súbita muerte de Giancarlo Faidutti, luego de practicar pádel en un club de Guayaquil y sumergirse en una piscina de hielo, abrió el debate sobre qué tan recomendable es realizar este tratamiento que se ha vuelto una moda entre quienes practican deportes en Ecuador.
De acuerdo con los familiares del padelista, este habría ingresado a una tina de hielo, y casi de inmediato a un jacuzzi. El brusco cambio supuestamente suscitó el paro cardíaco que terminó con su vida.
Según expertos, el exponerse a bajas temperaturas en este tipo de procedimientos ayuda a los músculos, tendones, huesos, nervios y muchas otras partes del cuerpo a recuperarse después de un exigente trabajo físico. Sin embargo, el cardiólogo Carlos Chacón recalca a EXTRA que cuando uno va a una piscina helada, los vasos se estrechan y pasa menos sangre. Y si luego de eso se pasa a un jacuzzi o a un sauna, se produce todo lo contrario. “Es ese cambio extremo el que puede producir un espasmo respiratorio y problemas cardíacos”, precisa.
La inmersión a temperaturas de 0 grados se ha vuelto una constante entre los deportistas en Ecuador y el mundo, porque ayuda a la recuperación del cuerpo, no obstante, se debe hacer bajo algunas consideraciones como no tener problemas cardíacos, de presión arterial, respiratorios, entre otros.
El entrenador y expadelista argentino Claudio Agüero asegura que existe falta de información para hacer uso de este tratamiento entre quienes practican deportes, ya que es común ver a personas que se meten en las tinas con hielo totalmente desinformadas, “solo por probar, y no duran ni un minuto”, asegura.
En esto coincide el doctor Chacón al mirar que mucha gente hace esos cambios súbitos de temperatura y más bien lo realizan por costumbre. “Lo hacen porque les recomiendan los amigos, por moda o porque se sienten bien, pero no debería ser así”, alerta tajante.
Pablo Cisneros, deportólogo del Ministerio del Deporte, recomienda que estos tratamientos en frío se hagan bajo la supervisión de un médico, fisioterapista o especialista en la rama.
“Es importante que estén presentes (los profesionales de la medicina) para indicar lo que los deportistas tienen que hacer; los movimientos recomendables; el control del tiempo e indicar cuál es la razón de este procedimiento”, menciona.
Pese a la recomendación, el galeno reconoce que no todos tienen la facilidad de contar con un especialista, pero deben tomar las precauciones necesarias.
“También lo pueden hacer, pero con cuidado y tomando en cuenta de no pasar entre 15 y 20 minutos, y no sobrecargar al cuerpo pasando inmediatamente al calor”.
Chequeos, regla básica
Finalmente, José Reinhart, quien trabaja en el Instituto de Medicina del Deporte, concuerda con Cisneros y aclara que la causa más frecuente por la que se producen estas muertes es por un mal control de la presión arterial, ya que si se sale del frío al calor, la presión sube a niveles elevados, corriendo el riesgo de que se produzca una hemorragia cerebral o un infarto.
Reinhart especifica que no es mala la práctica, pues “favorece a una mejoría del rendimiento y no es considerado doping”. Pero que debe haber control.
Lo que le sucedió a Faidutti le puede pasa a cualquier; de ahí que el cardiólogo Chacón puntualiza que en el país debería haber una ley en la que toda persona que empiece a hacer deportes presente una valoración cardiológica y completa para saber “qué puede hacer o no y cuál es su estado real de forma”.
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