El encuentro entre Sociedad Deportiva Aucas y Emelec terminó marcado por una jugada polémica que enfureció a la hinchada oriental. Existió una mano clara en el área, por parte del jugador Leandro Vega, que el árbitro Omar Ponce no pitó.

Dicha acción ocurrió en el primer tiempo, el cual terminó sin goles. Aucas había sido más peligroso en esa primera parte, pero no concretó y se vio sorprendido por el equipo de Mariano Soso en la segunda parte.

Pero Emelec tampoco fue capaz de ser eficiente de cara al gol y solo lo encontró a través de un penal, el de la discordia. Resulta que Byron Mina también cometió una mano en el área, en una jugada un poco más confusa que la de Vega, y el árbitro no dudó en dictaminar la pena máxima.

Ambas fueron manos, pero solo una se sancionó. El penal a favor de Emelec lo concretó Brayan Angulo y con eso la hinchada oriental terminó de enloquecer en contra del cuerpo arbitral, que tuvo que salir de la cancha con resguardo policial, recibiendo insultos y algún objeto.

“De una vez que nos digan que no juguemos porque vamos a perder. Fue un tropezón para Aucas, pero con mano negra nunca se puede ganar”, dijo tras el partido Danny Walker, presidente del equipo.