Por pocos centímetros pudo pasar una desgracia en el festejo de Argentina. Los campeones se subieron en un bus de dos pisos para recorrer Buenos Aires, salieron desde el predio de Ezeiza, a 22 km del centro de Buenos Aires, y en el trayecto, por un ‘pelito’ se salvaron, pues a punto de que sus cabezas se chocaran con un cable que cruzaba la calle, lograron esquivarlo, evitando una ‘desgracia mundial’.

Buenos Aires hasta ayer llevaba tres días de festejos por la tercera estrella en su camiseta.

La capital de Argentina fue un caos, debido a que el recorrido del bus que llevaba a los campeones mundiales sufrió varios cambios. Muchos argentinos ya llevan 72 horas sin trabajar.

Dos hinchas que estaban en un puente se lanzaron al bus de la selección y estuvieron cerca de perder la vida.

LA VIDA

Al final los hinchas que estaban en el sector del Obelisco, en el centro de Buenos Aires, se quedaron con las ganas de ver a sus jugadores, debido a que se suspendió el recorrido del bus, era imposible seguirlos y los jugadores se subieron a varios helicópteros. Se estima que cuatro millones de personas estuvieron en el festejo del campeón mundial.