Para Angie Palacios no fue fácil el último tramo del ciclo olímpico que termina el viernes 9 de agosto cuando entre a la plataforma en París. Tras firmar el récord mundial en el Grand Prix de La Habana en 2023, sufrió algunas molestias en sus rodillas que le impidieron estar al cien por ciento. La duda es esa para ella y su cuerpo técnico: saber si su cuerpo y su mente recuperarán las mejores sensaciones en la competencia.

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Según relató a este medio José Llerena, director de deportes de la Universidad San Francisco, institución donde se han preparado las hermanas Dajomes Palacios en los últimos meses, la expectativa de medalla está condicionada por esta situación, sobre todo porque a pesar de que sus rodillas han ido mejorando, el lado psicológico puede pesar.

Por eso la propia institución superior decidió enviar hace tres semanas a la psicóloga Ana Carolina Lara para el acompañamiento de la deportista en Francia, pues esperan que “los fantasmas de las lesiones no afecten” al cierre del ciclo olímpico de muy alto nivel.

Solo en la última competencia, en la Copa Mundial en Tailandia en abril, Angie dejó ver alguna debilidad. Cuando se esperaba que arrase en su categoría (71 kilogramos), la pesista finalmente hizo una actuación en la que prefirió no arriesgar. En aquel momento se pensó que lo hacía por no mostrarse ante las rivales que vería en la cita olímpica. Pero la verdad es que sentía molestias y acabó sexta.

Superar esas dolencias ha sido el principal reto en estos meses, pues antes de padecerlas Angie alcanzó sus mejores marcas, con el récord en arranque con 121 kilogramos e incluso obtuvo el segundo lugar del último campeonato mundial a finales de 2023 en Arabia Saudí. Además este mismo año, en febrero, se había consagrado campeona absoluta del Panamericano de Levantamiento de Pesas en Argentina.

Para el entrenador ruso Alexei Ignatov, no hay otra forma de ser competitivos que con absoluta concentración. Por eso buscó salir del país lo más pronto para una base de entrenamiento en España, que en inicio se retrasó por no conseguir los visados. Pero estuvieron en julio en Barcelona, donde trabajaron hasta hace dos semanas acompañados de un equipo técnico corto conformado por, además del entrenador, un fisioterapeuta y un asistente técnico, además de la mencionada psicóloga.

Desde Ecuador, su hermana menor, Jessica, relató a EXTRA que no se reunirán en familia para ver las competencias, pues ella continúa sus entrenamientos en Quito. Su hermana mayor vive en el Oriente. Y su hermano, que es también pesista, se encuentra de viaje.

Eso sí, la familia mantiene comunicación con las chicas de manera constante y vive con nerviosismo las horas previas a la primera competencia del viernes.

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