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Cuerpeo
El 'squirt' no es como en las 'porno'
Sexólogos coinciden en que hay muchos mitos respecto al “chorro” que sale durante el orgasmo en ciertas mujeres. Hay diferencias entre fluidos
Aunque cuando se habla de eyaculación esta se liga, en principio, a los hombres, las mujeres también emiten flujos durante las relaciones sexuales. Sin embargo, hay ciertos mitos en torno a ello que se han creado por desconocimiento o información ‘exagerada’ de la industria pornográfica.
“Como no se lo ha estudiado mucho y como todo sale por el mismo conducto, se creía que todo era igual. La mujer orina por la uretra, tiene su eyaculación por la vagina y el ‘squirt’ es un desfogue de líquido que sale por la uretra”, explicó durante la transmisión del programa ‘El placer de los lunes‘, que se transmite desde las 20:00 por el Facebook Live de Diario EXTRA.
Añadió que el ‘squirt’ es un poco más complicado de conseguir y el líquido suele ser más abundante y cristalino. Mientras que la eyaculación femenina es un fluido un poco más espeso y frecuente que muchas veces, sobre todo si hay sexo sin protección, se podría confundir con el semen.
Rodolfo Rodríguez, también sexólogo que estuvo durante el programa, comentó que el problema es cómo se ‘vende’ ‘el squirt’ en la pornografía y esto deja la ‘vara alta’, y crea desinformación y hasta frustración en muchas mujeres que no pueden (ni podrán) tener algo similar a lo que se muestra en estas películas, pues es exagerado y falso. “Ahí se muestran a las mujeres con emisión de líquidos de manera exagerada y la gente confunde las prácticas”, lamentó.
Pérez recalcó que no hay una medida, cantidad o forma de eyacular porque cada mujer es distinta y responde a distintos estímulos que le hacen sentir placer; por lo tanto, no debe sentir ‘fracaso’ si no puede hacerlo al primer intento. Ambos recomiendan la autoexploración y empezar por descubrir las caricias y lugares que le generan más placer para estimularse.
Pérez precisó que en mujeres experimentadas en tener ‘squirts’ el líquido que sale podría llenar un vaso, pero no hay una medida exacta que determine si es “bueno o malo”. “Cada mujer es diferente y lo único que importa es que sienta placer y esté contenta con su sexualidad”, precisó.