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Crónica

Jerry es la quinta generación de los Navas circenses. De niño soñaba con ser piloto, lo suyo siempre fueron las alturas.Cortesía

Trapecista ecuatoriano destaca en el Circo del Sol de Las Vegas

Jerry Navas empezó trepándose a los árboles. 'Camellando' con su arte, recorrió varios países, hasta que la empresa canadiense le 'echó el ojo'. Se ha fracturado las muñecas y sobrevivió al terremoto y tsunami japonés de 2011.

Las carpas fueron su hogar. Saltar en la cama y treparse a los árboles de mangos en su natal Santa Rosa, El Oro, fueron su diversión y entrenamiento. El trapecista Jerry Navas ha volado tan alto que hace catorce años es parte del staff canadiense Cirque du Soleil (Circo del Sol), el más famoso del mundo.

“Cada vez que veía a mi papá o a un familiar haciendo una pirueta iba directo a la cama a tratar de imitarlo, me lastimaba, pero cuando eres niño no ves el peligro. Saltaba muros, me colgaba con los pies en las ramas de los árboles, hasta que se rompían”, recuerda Jerry, de 49 años.

Este arte lo lleva en la sangre. Su padre, de quien adquirió su nombre, era el ‘todólogo’ del circo: payaso, malabarista, alambrista y trapecista; su madre también era diestra para caminar sobre un alambre templado a unos 6 metros de altura, sin red.

A los 8 años, gracias a un tío, pudo lucirse en la onda.Cortesía

“Le decía a mi papá que quería ser payaso, pero no era mi fuerte y a los 8 años un tío me enseñó a hacer maromas en la onda (columpio de soga a 2 metros de altura). A los 10 le dije a mi padre que era fácil el trapecio; él me desafió a que me trepara a la plataforma. Subí y vi que era muy alto, quise bajar, pero Elio, mi hermano mayor (13 años en ese entonces), no me dejó; lloré, me quedé allí unos 15 minutos, mi ñaño se impacientó y me empujó, estaba como a ocho metros. Después de eso me tenían que decir que baje”, ríe.

Como su papá, él también le hizo a todo: fue payaso, realizó trampolines, estuvo en la cama elástica, caminó en el péndulo de la muerte, tuvo show ecuestre y el alambre, pero lo que más lo apasionó fue el trapecio.

Jerry define a los trapecistas como los atletas del entretenimiento.Cortesía

Como gitano

A los 15 fue a Colombia, donde su madre, quien tenía 13 años separada de su padre. Jerry fue al circo mexicano de Fuentes Gasca. “Para salir al exterior tienes que hacer el tradicional triple salto mortal, dar tres vueltas en el aire, y el receptor del otro lado te tiene que agarrar”.

En la década del 90 pasó por el circo de Kiko, luego fue al The Royal London Circus, en Kuala Lumpur, Malasia. Después pasó al Italia de Colombia; también estuvo en el Universoul Circus, en Estados Unidos. Fue el artista principal del circo Hermanos Valentino de Venezuela (2004-2007). Hasta que llegó su gran oportunidad, el Circo del Sol.

7 minutos dura actualmente el show de Jerry en el Circo Soleil.

El trampolín

Sus hermanos estaban en el circo de los Hermanos Vásquez (México) y hacían el acto del trapecio; un descubridor de talentos del Soleil los vio y les gustó, pero necesitaban a un reemplazo por si alguien se lesionara. “Mis ñaños me contactaron y me dijeron de la propuesta en Tokio. No quería ir por los terremotos, estaba cómodo en Venezuela. Pasaron seis meses y volvieron a llamar. Mi esposa y suegra me aconsejaron no desperdiciar la oportunidad. Dije que si me aceptaban con mi familia iría, el circo respondió, okey”.

En la capital de Japón, Jerry y su familia sobrevivieron al terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011. “La tierra se levantaba, explotó una fábrica, los trenes se pararon, fue como una película. Después nos llevaron a Las Vegas (EE. UU.). Llegar al Soleil es como graduarse en la Nasa. Tengo 14 años trabajando para ellos”.

Jerry (izquierda)  y su hermano Elio, a quien vio accidentarse en pleno show.Cortesía

La caída de su héroe

Jerry no olvida el 26 de noviembre de 1996. Ese día, su hermano Elio tuvo un accidente en Malasia. Calcularon mal las distancias del trapecio a la red. “Fue por la inexperiencia. Él cayó y quedó cuadrapléjico. Fue con público en vivo”, rememora.

‘Chiboleado’, pero de pie

Jerry también ha tenido lesiones, afirma que son varias, las que más recuerda son la fractura de sus dos muñecas, a los 12 años. “Fue en Playas (General Villamil), me atendieron en el Hospital del Niño de Guayaquil; después mi padre me llevó a un sobador en Milagro, pues mis manos se estaban torciendo”.

A los 17 realizaba el acto de la rueda de la muerte en Colombia, en el que uno camina en una rueda de metal, y practicando su cuerpo se salió de la esfera y terminó rodando por la estructura. En 2015, en un show, un compañero lo volteó mal en el aire y cayó; todo el peso lo recibió su pierna izquierda, la cual resultó lastimada por una rotura muscular. Estuvo tres meses con muletas.

Tiene tres operaciones de hombros, dos en el derecho y una en el izquierdo.

El payaso de oro es el anhelo de los artistas circenses.Internet

El Óscar del circo

Ganar un premio en el Festival Internacional del Circo de Montecarlo (Mónaco) es el sueño de todo artista circense.

En la competencia participan los ‘duros’. Y el tío de Jerry, Wilfrido Navas, se llevó un Clown de plata. “Fue por el año 89, yo era pequeño. Ganó con un equipo de cuatro, fue con un acto de trapecios. Allá hay que hacer cuatro vueltas en el salto mortal”, expresa el orense, quien asegura que la función seguirá, hasta que el cuerpo aguante y agradece a Dios, quien lo llevó a grandes alturas.

“Nunca me gustó fumar ni beber, tuve muchos espejos, mis tíos eran hombres de circo, pero eran alcohólicos Yo decía que cuando sea adulto no iba a agarrar estos vicios”.Jerry Navas, trapecista