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Buena Vida
Las nuevas ‘barbies’ de la televisión
Anita Buljubasich y Marián Sabaté bajaron más de 50 libras. Aunque a algunos no les guste su nueva figura, ellas se sienten felices y plenas.
Comprar ropa de la talla extragrande es parte del pasado. Ahora que Anita Buljubasich y Marián Sabaté tienen nueva figura, visten prendas de medidas pequeñas.
Estas presentadoras, de las más queridas de la televisión ecuatoriana, perdieron más de 50 libras cada una tras una cirugía de manga gástrica, que consiste en extirpar una parte del estómago para reducir la ingesta de alimentos.
Buljubasich, conductora del programa matutino De Casa en Casa, de TC Televisión, aún está sorprendida.
Se operó el 11 de febrero de este 2017, pesando 178 libras. Actualmente tiene 118. En siete meses desde su intervención redujo sus medidas a ‘small’.
Lo logró con disciplina, tras seguir a cabalidad las recomendaciones del doctor, entre ellas la de comer muchas veces al día.
“Un huevo duro, galletita con atún, un pancito con queso, todo en mínima proporción”, explicó antes de levantarse de su asiento tras las cámaras de su programa, para mostrar sus recipientes con alimentos.
A veces los prepara su esposo, el cantante Nerio David, quien literalmente la “persigue con una cuchara” en la mano, pendiente de su nutrición.
En este proceso, el aspecto del paciente tiende a palidecer. Por eso, quienes desconocen del tema piensan que ellas están enfermas y cuestionan su pérdida de peso.
A la animadora le pasa a diario. Sus seguidores de redes sociales le dicen que antes se veía mejor. Otros le sugieren que use ropa más apretada, pero ella no les ‘para bola’.
Primero, porque cree que es cuestión de que la gente se acostumbre a verla con su nuevo peso. Y segundo, porque desde siempre ha sido una mujer clásica a la hora de vestir.
Eso fue una ventaja al perder kilos, pues Anita guardó en una maleta su ropa de la juventud y, ahora que recuperó su figura, volvió a abrirla.
HASTA EL PIE SE LE ACHICÓ
Marián Sabaté, presentadora del programa de farándula Jarabe de Pico, también guardó prendas y asegura que su armario parece una boutique, ya que hay atuendos de todas las tallas.
Hace poco más de año y medio, la reina de la prensa rosa pesaba 170 libras y ahora está en 119. Se siente feliz y afirma que se liberó de varias enfermedades.
Para ella, lo único malo es que redujo un número en el calzado. De cien pares de zapatos que guarda en su clóset, solo siete le quedan a la perfección. El resto los usa con plantillas y hasta con papel.
A pesar de las críticas, que en varias ocasiones ha recibido por su cuerpo de ‘barbie’, Marián está contenta porque por fin ha controlado su peso.
Los comentarios negativos los rechaza porque la gente nunca estará conforme.
“Cuando era gorda, me decían que era una chancha, ahora me dicen que soy hueso en pellejo. Lo que no me gusta es que mis nalgas no son ni la sombra de lo que fueron. Eso sí me han dicho mis amigos, porque al ecuatoriano le gustan las buenas yucas”, precisó la rubia entre risas.
Considera que lo más difícil del tratamiento es la pelea de la mente y el cuerpo, por lo “que en volumen podemos ingerir y lo que en mente queremos seguir comiendo”.
La animadora recordó que por unas cinco veces se desmayó en el set de televisión debido a que se olvidaba de comer, y en otras ocasiones sintió la muerte blanca por ingerir más de la cuenta.
Pero eso, al igual que las subidas y bajadas de peso, también es un problema superado.