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Buena Vida
Salud: Estrés, enemigo de los dientes
A las personas que sufren de bruxismo, los dentistas cuidan de que mantengan buena mordida y les colocan protector.
Las diversas preocupaciones, las situaciones tensas que a veces no pueden controlarse, llegan a afectarnos hasta en los dientes.
Sí, el estrés también puede producir bruxismo, un trastorno en el cual se aprietan las mandíbulas, se hace crujir los dientes y si aquello se mantiene por largo período y en intensidad, derivaría en el desgaste de las piezas dentarias e incluso en la rotura de alguna de ellas.
El odontólogo y docente universitario Juan Carlos Gallardo Bastidas sostiene que este trastorno puede presentarse en cortos períodos de tiempo o ser continuo.
Según refiere el profesor de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, hay estudios internacionales hechos con alumnos en los cuales se refleja que durante la época de exámenes, ellos bruxan. Lo hacen por la tensión y la preocupación que generan las prueba. Terminado este período, los estudiantes dejan de bruxar.
El especialista mencionó que durante la pandemia, cuando se dispuso el encierro, “se desencadenó mucho el bruxismo”, porque muchos estaban con tensión emocional.
“Cuando volvimos a trabajar, mucha gente venía con los dientes rotos”, acota.
Además, destaca que en el consultorio dental de la universidad, de entre los pacientes que asisten “la mayoría, alrededor del 70 por ciento padece de bruxismo”, precisa.
Al dormir
El bruxismo se produce más durante el sueño, porque el paciente no lo puede controlar.
Se presenta cuando se aprieta la mandíbula de arriba abajo o se la mueve hacia los lados y si chocan algunas muelas comienzan a presentar desgastes. Con ambos movimientos se hace daño a los dientes.
A veces las tensiones llegan al extremo de provocar que se apriete tanto y rompan las piezas dentales.
Protector bucal y bótox
Los dentistas revisan que la oclusión (el alineamiento de los dientes y la forma como se ajustan, la mordida), esté buena, explica Gallardo.
Cuando una persona pierde una muela o un diente se rompe todo el equilibrio y eso da paso a que la mordida cambie. “Eso puede desencadenar en un problema articular, en un bruxismo, apretamiento”, indica.
Si el profesional tiene identificado que alguna persona está bruxando, lo que en ocasiones hace es colocarle un protector (guarda oclusar, placa neuromiorelajante). Esto no significa que el paciente deje de bruxar, sino que “en lugar de desgastar sus dientes, desgasta el aparato, y así los protege”.
Actualmente, explica Gallardo, también se está usando bótox a nivel articular para que los músculos no se activen tanto. Es un tratamiento no tan conocido, pero así puede controlarse que no haya tanta destrucción de los dientes.
Protector bucal y bótox
Los dentistas revisan que la oclusión (el alineamiento de los dientes y la forma como se ajustan, la mordida), esté buena, explica Gallardo.
Cuando una persona pierde una muela o un diente se rompe todo el equilibrio y eso da paso a que la mordida cambie. “Eso puede desencadenar en un problema articular, en un bruxismo, apretamiento”, indica.
Si el profesional tiene identificado que alguna persona está bruxando, lo que en ocasiones hace es colocarle un protector (guarda oclusar, placa neuromiorelajante). Esto no significa que el paciente deje de bruxar, sino que “en lugar de desgastar sus dientes, desgasta el aparato, y así los protege”.
Actualmente, explica Gallardo, también se está usando bótox a nivel articular para que los músculos no se activen tanto. Es un tratamiento no tan conocido, pero así puede controlarse que no haya tanta destrucción de los dientes.