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Buena Vida

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Leví Tzur, el judío que usó las figuras de acción como su 'terapia' ante la pandemia

El guayaquileño cuenta a EXTRA que mediante la compra de estos juguetes pudo enfocarse en la historia detrás de estos personajes durante las muertes por covid-19 

Un rincón del cuarto de Luis Peña Yoncong está reservado para una de sus pasiones: la colección. A este 'cuarentón' guayaquileño no le apena demostrar su afición por las figuras de acción que hasta se han convertido -para él- en una 'terapia' frente a la pandemia del covid-19. Pero lo que llama más la atención es que Luis también tiene otro frenesí: el judaísmo, al que llama "una filosofía de vida".

Con estos deseos, 'Leví Tzur' (su nombre judío) se levanta todos los días para su diario vivir, no sin antes realizar sus oraciones matutinas y ver que ningún muñequito tenga suciedad y que todos estén en la posición adecuada. "Es un deleite para mí limpiar mis muñecos. Me levanto, veo que no estén sucios y lo más importante: trato de buscarles un equilibrio, así como lo busco para mi vida", empieza a contar.

Esta pasión -de coleccionar cosas- empezó cuando él era un niño. Y así suscesivamente siguió atesorando objetos que lo llenaban de mucha emoción hasta que llegó el pico más alto de la pandemia, por allá en julio de 2020. "En esa fecha conocí a un señor, en todo Junín y Pichincha, que vendía figuras de acción. Así que compré y recordé mi infancia, y me hicieron olvidar de toda la tragedia que trajo el COVID-19", cuenta, y desde ahí -dice- comenzó su 'terapia'.

"Escuchar todos los días muertes y más muertes me hundió en una terrible preocupación, No podía dormir pese a orar y leer. Pero me dí cuenta que viendo a esos juguetes me relajaba un poco", narra. Y así fue como se desestresó durante el pico más alto del terrible mal de Wuhan. 

La historia detrás de las figuras de acción

Luis Peña es aficionado del mundo Geek.Cortesía

Peña encontró una historia detrás de cada figura que compró; y se dio cuenta que compaginaba mucho con la religión que practica. "Me puse a investigar, no tan a fondo, sobre cada superhéroe y me encontré que sus creadores, dibujantes y guionistas tienen ascendencia judía o algún roce con obras de judaísmo", dice.

Por ejemplo, destaca que Supermán es un personaje que quiere el bien común que, incluso, deja de ser feliz para servir a los demás. "Sin que hayan malas críticas de la comunidad judía, puedo ubicar a Superman como esa persona incorruptible y justa con solidez moral, parecido a Moisés. No estoy diciendo que el personaje esté basado en él, pero si tiene varios principios del pueblo de Israel", comenta. Del mismo modo, relaciona a la kriptonita con el ego de la persona. 

El nombre original es Kal-El. De acuerdo con la Biblia, el sufijo "el" representa a Dios. De tal manera que es un nombre judío que no solamente lo conecta a los orígenes de sus creadores, sino que demuestra sus cualidades de dios.
Los libros de estudios de Leví.Cortesía

Y esto está documentado en la historia de Joe Shuster y Jerry Siegel, creadores de Superman. A ambos judíos se les ocurrió la idea de un supervillano, venido de otro mundo. Sin embargo, en su muerte, el villano se da cuenta que hubiera preferido ser recordado por su bondad que por su maldad.

Asimismo, retrataron su personalidad en la vida de Clark Kent. Eran tímidos, se sentían extraños frente a sus otros compañeros y tenían muchos problemas para acercarse a las chicas que les gustaban. Ambos querían más adelante trabajar en los periódicos y retrataron el mundo con el que soñaban durante su adolescencia.

Pero no solo Superman está en el rincón de Leví, sino que van desde superhéroes como Batman, Capitán América; y villanos como El Joker y Tanos, hasta carritos de colección. "Cada uno de estos personajes son una parte del ser humano; y te enseñan a diferenciar entre el bien y el mal", refiere.

Relación del mundo Geek con el judaísmo

Peña lamenta que en Ecuador el mundo Geek no sea tan amplio y "solo se basa en convenciones y Comic Con". Dice que el espectro de las tiras cómicas, viéndolo desde un panorama más dilatado, busca despertar conciencia. "Todos los dibujos animados, historietas, películas de ciencia ficción y comics nos están haciendo un llamado a despertar nuestra conciencia. Solo activando nuestra mente podremos saber qué es bueno o malo", opina.

"El comic me devolvió la paz cuando en el pico más alto de la pandemia hubo muertes, ensacados y todos estábamos forrados como astronautas", Leví Tzur.

Pero si alerta en tener cuidado de que estos muñecos e historias se conviertan en una idolatría. "El judaísmo condena la idolatría. Por eso, es necesario tener un equilibrio. No hay que 'rayar' de apasionado porque ahí viene el problema; pero si uno puede controlar este gusto, sabrá hasta que punto llegar", menciona.

Por el momento, cuenta con alrededor de cien muñecos en los que ha gastado cerca de 300 'latas'. Además, menciona que si alguien le bota sus figuras, no reclamaría, pero sí se pondría triste por el significado que le dio cuando nadie ni nada lo calmaba cuando veía los muertos, ensacados y desaparecidos en la primera fase del covid-19.

Algunas figuras de colección que tiene Luis Peña.Cortesía