Nikole Salinas, de 20 años, es la reina de Cuenca. Está haciendo historia. Lleva 2 años en el trono, pero por su compromiso y entrega a su ciudad natal le han pedido que trabaje un año más. Sin embargo, su deseo es otro, ya que quiere retomar sus estudios en Administración de Empresas. Es tan querida, que sus coterráneos le confeccionan hasta las mascarillas de acuerdo a su look. Es fan del sombrero de paja toquilla y es por eso que los artesanos elaboran sus cubrebocas con el mismo material.

A su corta edad tiene un estilo conservador y no le resulta cómodo portar la banda y la corona, dice que estos accesorios la suelen alejar de las personas.

Nikole es una persona que ha madurado rápido. Sabe lo que quiere.

¿Cómo podrías definir tu estilo?

Es recatado y tradicional. Nunca me faltan mis sombreros. Yo misma los decoraba y los pintaba. Siempre me preguntaban que en dónde los compraba, y por eso decidí hacerlos para vender. Por fortuna me va bien.

¿En qué te inspiras para diseñarlos?

En mi casa tengo muchos árboles y plantas; me siento frente a ellos y empiezo a crear en medio de la naturaleza.

¿Cómo es el look de una reina?

Tenemos que vestirnos de acuerdo a la ocasión. Las botas de caucho también deberían estar en nuestro clóset para realizar nuestras donaciones. El estilo sofisticado debemos dejarlo para los eventos de gala.

¿Qué coleccionas?

Sombreros, guantes, boinas y cinturones.

¿Qué prenda o accesorio te brinda comodidad?

Las botas de caucho me hacen sentir más humana.

Eres muy tradicional para tu corta edad...

Eso es lo que llama la atención de mi estilo, porque no es normal.

¿Qué quieres comunicar con tu look?

Quiero transmitir nuestra cultura. Rescatar nuestra vestimenta, algo a lo que mucha gente no se arriesga.

¿Te consideras como un referente de moda?

¡Sí! Hay un hashtag que dice #InspiradoEnNikoleSalinas y no son chicas de mi edad. Me dicen: ‘Usted se viste como señora’. Seguro, porque prefiero lo clásico.

¿La moda incomoda?

¡Sin duda! Y la belleza cuesta, es lo que yo le agregaría a esta frase. Por estar con tacones todo el día me salen ampollas, duelen un montón y aún así hay que disimular y sonreír para la gente.