El salpullido en los bebés es una afección común, sin embargo; genera preocupación. Para abordar esta situación, es esencial mantener la piel del pequeño limpia y seca. Utiliza jabones suaves y evita productos con fragancias o químicos irritantes. Después del baño, sécalo despacio.

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Para prevenir la aparición de salpullidos, asegúrate de cambiar los pañales con frecuencia, especialmente después de cada evacuación. Usa pañales transpirables y, si es posible, permite que el pequeño pase por un tiempo corto sin pañal. La ventilación ayuda a mantener la piel fresca.

En el caso de aparecer el salpullido, aplica cremas para proteger la dermis. Busque productos que contengan óxido de zinc, observa la evolución; si no mejora en unos días o si presenta signos de infección, consulta al pediatra.

La doctora Elizabeth Moreira  resalta que la hidratación también juega un papel importante. Utiliza lociones o cremas humectantes que sean adecuadas para la delicada piel del niño. Evita rascar la zona afectada, ya que esto puede agravar la irritación. Mantén las uñas del bebé cortas para reducir el riesgo de daño.

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