El llanto es el primer medio de comunicación del bebé. Y cuando este “hable” escúchalo con atención. Es una señal de hambre o de incomodidad.

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La doctora Nathaly Yéspica, pediatra del staff de la clínica Kennedy, asegura que cada lloro tiene su significado. Por eso es importante reconocerlo para brindar el cuidado adecuado.

- Hambre. Comienza con un gemido suave y se intensifica si no se lo atiende enseguida.

- Sueño. El llanto viene acompañado de bostezos y se restriega los ojos con frecuencia.

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- Incomodidad. Se manifiesta por un pañal sucio, ropa ajustada o temperatura inapropiada. Su llanto puede ser irritante. Puede arquear la espalda, patear o retorcerse. 

- Dolor. El llanto es fuerte con gritos y se presenta repentinamente. 

- Malestar. Es una mezcla de quejidos y gemidos y puede reflejar un malestar general como gases, indigestión o simplemente la necesidad de consuelo.

"Hay que identificar el llanto, luego decidir qué hacer para calmarlo. No se debe pensar que, por prestarle más atención se lo malcría, al contrario, el cuidador debe actuar enseguida. Si los padres ignoran el llanto, puede haber influencias negativas en el desarrollo emocional y conductual del niño", explica la Dra. Nathaly Yéspica, pediatra, especialista en nutrición pediátrica.

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