A las tres de la tarde, aunque sea por un brevísimo momento, piense en cuánto padeció Jesucristo. "Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero". Fue la promesa que hizo el Salvador, a través de sor Faustina Kowalska. Justo en ese instante, según dijo, "no le rehusaré nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión".

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El Viernes Santo 19 de abril de 1935 Jesús pidió honrar públicamente la imagen de la Divina Misericordia. El primer retrato de Jesús, vestido de blanco, con sus haces representando su agua y sangre que brotan de su corazón fue plasmado por el pintor Eugenio Kazimirowski y fue venerado públicamente el 28 de abril de ese año. Pero según difunden medios católicos, la imagen más famosa es la que hiciera Adolf Hyla, "ofrecida como agradecimiento por la salvación de su familia de la guerra".

Santa

Sor Faustina, quien fue llamada Apóstol de la Divina Misericordia, falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años. Su vida, su vocación, su entrega fueron analizadas por la Congregación para las Causas de los Santos.

Ella fue beatificada el 18 de abril de 1993 y el 30 de abril de 2000 fue canonizada por el papa Juan Pablo II. En ese día también se instituyó la fiesta de la Divina Misericordia.

Confianza plena

Un cuadro del Señor de la Divina Misericordia expuesto en la parte exterior de su casa revela la devoción que profesan EllyMay Sánchez y su familia.

Esta devota cuenta que se inclinó a la veneración de esta imagen hace unos dieciocho años, cuando empezó a tener problemas en su visión, derivados de la enfermedad síndrome de Stevens-Johnson que padeció a los nueve años.

A su madre, Ella Rohde de Sánchez, una amiga le dio una estampita de esta representación con la oración y empezó a rezar por su hija. Fue la primera vez que la devota 

escuchó de la existencia de esta advocación.

Posterior, un día, a las tres de la tarde, cuando por un canal católico internacional escuchó las plegarias de la coronilla, es que EllyMay se apegó a esta devoción. "Me pareció hermoso la musicalización del rezo y eso la "enganchó" a rezar la coronilla a través de la televisión.

Desde aquel día cada tarde, EllyMay se unía a estas oraciones y pese a la dolencia en su salud que estaba enfrentando al empezar a perder la visión, ella sentía paz porque siempre repetía y lo sigue haciendo, la frase de la devoción: Jesús confío en tí. "Empecé a sentir que todo iba a estar bien", acota la devota.

Posteriormente, ella se integró a la Asociación de la Divina Misericordia de Guayaquil, presidida por el ingeniero Eduardo Romero y su esposa Lucette Alcívar, y en el 2016 se consagró. Ahora es apóstol y, a pesar de su discapacidad, administra las redes sociales de la organización.

Considera uno de sus mejores regalos el haber sido bendecida por el papa Francisco, durante su visita al santuario de la Divina Misericordia, en 2015.

Ella aprovechó el momento en que el sumo pontífice le tomó su mano para que también le bendijera al fruto de su vientre. Se entusiasma al recordar aquel momento. "Al tocar su mano sentí que era él", acotó la devota.

"Todo se lo debo a Jesús de la Divina Misericordia", resalta Elly, quien confía en que Él le otorgará otro milagro, la posibilidad de volver a ver a través de una cirugía.

Santuario

En junio de 2009 autoridades religiosas de Guayaquil hicieron la develación de un altar a la advocación de la Divina Misericordia en la Catedral de San Pedro. Tras evidenciar la masiva concurrencia, monseñor Antonio Arregui encargó a la Asociación la construcción de un santuario.

Con una campaña para la recolección de fondos y con varias actividades financiaron la obra.

El 26 de septiembre del 2009 colocaron la primera piedra para levantar el Santuario del Señor de Divina Misericordia en Guayaquil, en el kilómetro 26 de la vía a la costa, en la parroquia Chongón.

El 26 de junio de 2011 se inauguró la primera fase de la infraestructura, al siguiente año la segunda parte y el julio de 2013 concluyeron los trabajos. La inauguración oficial fue el 8 de septiembre de 2013, con una misa oficiada por monseñor Antonio Arregui.

El 6 de julio de 2015, el papa Francisco oró en ese templo y bendijo a miembros del Hogar San José, del hospicio Corazón de Jesús, grupos religiosos, niños con discapacidad y a miembros de la familia de la Divina Misericordia.

Otro templo

En el bloque 1 de Bastión Popular, en el kilómetro 10 de la vía a Daule, en el norte de Guayaquil hay otro templo dedicado al Señor de la Divina Misericordia.

Esta capilla se construyó hace 28 años con el esfuerzo entre la comunidad y un grupo de misioneros que llegó a hacer su labor en este sector.

Al principio fue de caña, según recordaron colaboradores del templo y conocieron del proceso de construcción. Luego se edificó la actual iglesia que tiene pintada en su parte frontal la imagen de Jesús irradiando su misericordia.

La casa de oración fue dedicada a esta advocación porque iniciaron los trabajos durante el tiempo en que se anunció la beatificación de la religiosa polaca de la orden de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia y hubo una mayor difusión de esta devoción. (IC)