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Buena Vida
Influencer se puso dos litros de implantes en los senos
Katie Price está a punto de cumplir su objetivo, tener los pechos más grandes del Reino Unido. Se ha operado 16 veces las 'chichis'.
¡Sorpresota! La modelo inglesa y estrella de realities, Katie Price, apareció con un traje muy sensual en una piscina de un hotel de Tailandia, después de su cirugía de senos número 16. Un allegado a la polémica empresaria contó cómo va su “doloroso” proceso por tener las ‘chichis’ más grandes del Reino Unido
Katie, de 44 años, ha tenido complicaciones de salud por alcanzar su caprichote, pero se ha recuperado de a poco.
La también cantante se colocó implantes de 2.120 centímetros cúbicos (unos 2 litros), a finales del año pasado, un tamaño que “seguramente la acercará a su objetivo”, dijo una fuente cercana a la modelo al diario inglés ‘The Sun’.
“Katie ha estado en agonía con sus nuevos senos, ya que son demasiado grandes para su pequeño cuerpo, por lo que le están dando un dolor de espalda constante”, reveló el allegado.
“¡Más cirugías por venir! Pongámoslo de esta manera, cuando tenga 90 probablemente seré transparente, verás todas mis venas”, le dijo Katie a su hija Princess, de 15 años, poco antes de la última operación.
Cuando comenzó su carrera como modelo en 1995, la también influencer no se había sometido a ninguna intervención estética. Katie se amplió los senos por primera vez en 1998, cuando solo tenía 20 años, y al mismo tiempo se sometió a una liposucción.
“Estos senos son realmente los más extraños que he tenido. Son de 2.120cc, pero el problema es que en el día cuando me ven, la gente no entiende por qué lo hice, ya que nunca los muestro a menos que sea en OnlyFans, pero lo hago por mí mismo”, manifestó.
En 2021, Katie temió por su vida tras operarse en una clínica de Turquía, según una entrevista concedida al diario The Sun. Por unas horas, dijo, “creí que iba a morir”, incluso los médicos le dijeron que debían realizarle una transfusión porque había perdido mucha sangre.
Price se sometió a cinco tratamientos: una liposucción de cuerpo completo, otra debajo de la barbilla, estiramientos de ojos y labios, y además, le inyectaron grasa en el trasero.
“Honestamente, me fui al infierno y regresé, fue horrible, dijo a The Sun. “Dios mío, parezco un monstruo de una película de terror, solo pensé: 'Esto es todo, voy a morir'. Estaba aterrorizada de parecer un monstruo, como la novia de Wildenstein o una muñeca falsa. Me desperté con agujeros y puntos de sutura en todo el cuerpo; parece que me salen bigotes de gato por la nariz y los ojos”, explicó al diario británico.