La caja de arena es un espacio único de todo gato. Mantenerla limpia es parte del cuidado básico que el felino requiere y, que también, repercutirá en el desarrollo que el felino tenga dentro del hogar. Establecer una rutina de aseo es el primer paso, explica la veterinaria Cristina Pugo. Para la especialista, elegir un sitio adecuado para colocar el recipiente es fundamental.

“El gato es muy distinto al perro, necesita desocuparse en un lugar privado. Debe ser un sitio limpio, tranquilo, pero sobre todo aislado de las personas”, menciona.

Sin embargo, evita poner la caja en un clóset o cajón, ya que la mascota sentirá que la van a encerrar. La lavandería tampoco es una buena opción, ya que es muy ruidosa.

“Lo que yo recomiendo es ponerle en una esquina de un cuarto no muy utilizado. Otro error que cometen los dueños es mover el recipiente constantemente, esto confunde al animal”, dice Pugo.

La arena adecuada

Elegir la arena adecuada también es imprescindible. Esto debido a que le brindará comodidad al felino. Lo más importante es que sea un material que absorba y neutralice los olores.

“Existen algunas que son biodegradables y tienen una textura muy ligera. Pueden durar hasta tres meses”, explica.

Pugo, quien también recomienda que el producto no tenga muchas piedritas, ya que se queda entre las patas del animal.

El aseo

Para cambiar la arena es necesario vaciar el recipiente en una bolsa de plástico. Luego deberás tomar la caja y llenarla de agua con jabón. “Se deja reposar por unos 20 minutos, más o menos, se refriega con una esponja y se enjuaga”, describe la experta. Antes de colocar la arena nueva aseguráte de que el recipiente esté bien seco. En ocasiones, la arena suele dejar manchas blancas que, según Pugo, salen con vinagre.

TIPS

Existen algunos tipos de arena: la natural, la aglomerante (encapsula los desechos) y la ecológica.

Aunque la arena pueda ser cambiada después de varias semanas, es mejor que la caja sea aseada cada día.

Cuando el olor del arenero es muy fuerte, puede colocar dos gotitas de lejía.

El bicarbonato de sodio también ayuda en las  labores de limpieza de las cajas de arena.