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Buena Vida
¡Familia mantiene tradición con sabor a leña!
En un local ambateño preparan comida típica a la antigua, usando pailas de bronce y encendiendo trozos de eucalipto
A las 05:00, los jueves, viernes, sábados y domingos el fogón se enciende con las leñas de eucalipto para que cada ingrediente se fusione en las grandes pailas de bronce que utilizan Hipólito Cortés y Ernestina Bautista para elaborar las comidas típicas.
La pareja oriunda de Izamba, parroquia urbana de Ambato, provincia de Tungurahua, se ha convertido en la tercera generación en su familia que conserva la tradición en la forma de elaborar la comida típica de la Sierra.
En el local ‘Don Bolo’, que durante 80 años se ha mantenido en la esquina de las calles Pedro Vásconez y Augusto Salazar, realizan el proceso de cocción como lo han hecho por muchos años en su familia.
Hipólito recordó que la abuela Luz Amelia Miranda siempre cocinaba en horno a leña, paila de bronce y servía sus preparaciones en platos de barro. Ella les decía que cada utensilio resaltaba cada ingrediente de la preparación típica.
En el pequeño espacio elaboran caldo de morcilla, yaguarlocro, tortilla de papa con mote, fritada con maduro, caldo de pata, guagua mama, agua de jamaica y chicha de jora.
Ernestina explicó que su esposo le enseñó a preparar cada plato que aprendió de sus padres y abuelos.
Cada preparación tiene sus trucos, como la chicha de jora, bebida que se mantiene con el pasar de los años. Hacerla lleva su tiempo. Para que esté bien macerada se cocina el maíz y por al menos diez días se deja fermentar. Transcurrido ese tiempo se le añade la miel y las especias que le dan ese sabor especial.
Con nostalgia, los esposos recuerdan esos días de la Fiesta de las Frutas y las Flores cuando recibían gran cantidad de clientes, en especial de la Costa, que hacían cola para degustar la comida típica.
Con las continuas preparaciones de estas tradiciones gastronómicas conservan la memoria de sus ancestros y como complemento levantaron un pequeño museo donde exponen colecciones de vasijas de bronce en diferentes tamaños y las condecoraciones recibidas por mantener la sazón durante ocho décadas.
Estos esposos son los únicos en Izamba, al norte de Ambato, decididos a no dejar morir la tradición de cocinar a leña. (YIE)