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Buena Vida
Diego Villacís 'DVM', el youtuber que hace ‘perrear’ a los ecuatorianos
El autor de ‘Buena vida, mala fama’ contó en Detrás del Filtro todos los detalles sobre su trayectoria y polémicas en YouTube
Hace ocho años, cuando YouTube veía nacer a sus grandes exponentes latinoamericanos, en Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo, Diego Villacís subía videos haciendo lo que mejor sabía: sacarle una carcajada a las personas.
Sin esperar a convertirse en un fenómeno digital en la serranía ecuatoriana, apartó su timidez para subir vlogs, retos y colaboraciones con otro youtubers. Hoy, tras el éxito de Chimboster chow y Los Querubines, el creador de contenido consolidó su carrera en Internet con el nombre de DVM para así, dedicarse de lleno a su sueño: la música.
El inicio de DVM
“Aunque no lo parece, era una persona súper tímida y le tenía miedo a las cámaras”, confesó Diego en Detrás del Filtro. El riobambeño, de 24 años, en un arranque de locura junto a un grupo de amigos abrió un canal de YouTube.
“Era un viernes, llegué a casa de Mateo (miembro de Chimboster). Él tenía cámaras, computadoras, era el amigo ricachón que tenía todos los juguetitos”, recordó Diego. Los amigos se pusieron de acuerdo para grabar todas las tardes en las que, después de clases, se reunían para hacer un sinfín de bromas entre ellos y a otros.
Pese a que, en 2012, la plataforma y sus partners (colaboradores que generan ingresos por sus videos) no eran solicitados por grandes marcas, la familia de Villacís se convirtió en sus más grandes admiradores, quienes compartían sus publicaciones y lo alentaban a continuar con su canal.
El amor por las cámaras y creación de contenido siempre estuvo presente en la vida de Diego y fue el impulso para que, en 2017, se aventurara a comenzar con su nueva faceta como músico del género urbano. “Siempre quería emprender en la música, pero creo que fue un buen terreno (YouTube) para entrenar ante las cámaras y la actuación”, contó.
Con la experiencia y conocimientos sobre producciones, Diego no tuvo mayores dificultades para lanzar sus videos musicales, los que actualmente cada uno tiene 3.1 a 9 millones de reproducciones.
Su mayor inspiración para las letras de sus canciones fue su vida alocada como youtuber y las buenas 'farras' que ha tenido en diversas ciudades del Ecuador y que, ahora, son coreadas en otros países como México.
“Buena vida, mala fama”
YouTube permitió que Diego conociera a otros influencers, entre ellos, el quiteño Kike Jav, con quien fuera de cámaras es uno de sus más grandes amigos. Además de su profesión, a los dos youtubers también los unió la polémica. A comienzos de julio, las cuentas de redes sociales de DVM no paraban de recibir comentarios en los que lo tachaban de “cruceta”.
¿A qué se debía tanto odio?
Una publicación de Diego junto a Kerly Morán (hija del cantante Gerardo Morán) empezó con las especulaciones de que se metió en la relación que tiene Kike con la artista. Pese a los malos comentarios y críticas, DVM y su amigo aprovecharon el momento para acaparar la atención de los ‘sapos’.
Durante dos semanas el par se ideó la manera en que sus seguidores y detractores creyeran que hubo una disputa entre ellos por el amor de Kerly. Las indirectas iban y venían, unas veces picantes y otras frívolas; hasta que todo llegó a su límite, Morán cansada de las críticas aclaró que todo fue armado y que dejaran de atacarlos.
Para Diego las críticas solo lo ayudan a crecer, le dan más vistas y publicidad. Aseguró que, a lo largo de su carrera como figura pública, aprendió a que no existe ninguna publicidad que sea mala, aunque esta se dé por polémicas.