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Debes seguir al pie de la letra las recomendaciones del médico.GRANASA

Diabetes: pasos claves para controlarla

Es importante que colabores con el médico para hacer un plan de cuidados que sea el adecuado para ti.

Para llevar una vida estable se requiere concienciación. Controlar el azúcar en la sangre significa mantener tus concentraciones de glucosa dentro de unos márgenes saludables: ni demasiado altas mi demasiado bajas. La alimentación es clave para sentirte bien, ya que mantenerla en el rango óptimo te ayudará a tener más energía y a crecer bien. También te ayudará a prevenir posibles problemas de salud.

El doctor Gustavo Galio, especialista en diabetología, asegura que la actividad física combate el sedentarismo y ayuda a reducir la hiperglucemia, con menor dependencia de la medicación, y servirá para reducir el peso en caso de que sea necesario.

“Caminar al menos 45 minutos por tres o cinco días a la semana. Esto le permitirá mejorar su condición física, a más de mejorar y regular tanto su glicemia como su presión arterial, disminuyendo su riesgo cardiovascular y mejorando su expectativa de vida”, indica el especialista a DOMINGUERO.

Para mejorar el estilo de vida hay que evitar, dentro del entorno familiar y el propio, el consumo de jugos naturales o procesados, así como gaseosas y frutas muy maduras. Es muy saludable consumir la fruta premadura o apenas madura, en lugar del jugo. El beneficio de comerla en este estado es que se encuentran presentes los micronutrientes, prebióticos, probióticos, vitaminas, antioxidantes, mucha fibra y muy poca fructosa.

Recomendaciones

- Tomar la medicina tal como te lo prescribe tu médico y medirse regularmente la glucosa en ayunas, al igual que la presión arterial. En caso de que esos valores estén alterados, comunicarse o visitar al especialista.

- Caminar al menos 45 minutos, de 3 a 5 días a la semana. Esto te permitirá mejorar tu condición física, a más de regular tanto la glicemia como tu presión arterial, disminuyendo los riesgos cardiovasculares.

- Tomar al menos dos litros de agua al día. Así puedes mantener tu cuerpo hidratado en forma apropiada y que la función renal se desarrolle adecuadamente, evitando daños en los riñones y el riesgo de someterse a diálisis.