Exclusivo
Cuerpeo

Los especialistas apuntan a que es muy fácil para los estafadores conseguir víctimas desde las redes sociales.extra

El estafador de Tinder: Que no te pase como en el documental de Netflix

Expertos en seguridad informática te dan consejos para que protejas tus datos en la red social de citas, tal como lo revela un documental.

Un príncipe del siglo XXI que, en vez de ir en un corcel, manejaba un ferrari. Así se mostraba en redes sociales Simon Leviev, un estafador judío, quien a través de la red social de citas Tinder logró embaucar a diversas mujeres para que pagaran sus lujosos viajes y fiestas. Ante la explosión mediática del documental 'El estafador de Tinder' de Netflix, EXTRA y dos especialistas en protección cibernética te dan recomendaciones para que no te vean la cara cuando buscas conocer amigos o pareja.

En un mundo hiperconectado, atrás quedaron las maneras ‘tradicionales’ de conocer a un prospecto de pareja. Las apps se posicionaron como las favoritas al momento de conseguir una relación seria o casual. Tinder, siendo la reina de estas plataformas, tiene cerca de 25 mil usuarios en Ecuador, según un análisis de Statista hecho en 2020.

En una encuesta realizada por EXTRA a sus seguidores de Instagram, para conocer su dinámica en dicha plataforma, 400 de ellos respondieron que tenía una cuenta activa. Sobre si protegían sus datos personales en Tinder, del global de encuestados, las respuestas sobre si lo hacían o no, estuvieron parejas. Es decir, el 50% de las personas no protege su información. Para Bruno Sánchez, estratega comercial y fundador de la Asociación Ecuatoriana de Ciberseguridad (AECI), el error más común y peligroso que cometen las personas es compartir su información privada ante cientos de desconocidos en Internet.

En un océano de perfiles en la red social del fueguito, las posibilidades de que conozcas a un criminal disfrazado del amor de tu vida son altas, así lo advierte Alejandro Varas, ingeniero en informática especializado en publicidad. “Las malas prácticas de Simon Leviev suceden en todas las plataformas digitales, ninguna está exenta de malas intenciones de individuos que decidan usarlas”, comenta. Es decir, basta con deslizar un dedo para convertirte en víctima de una estafa o hasta un delito sexual cibernético.

Tal como lo narra el audiovisual, Leviev usaba un bombardeo de amor que mantenía a sus presas inmersas en una historia que no existía. Con este discurso emocional, el estafador logró que más de una de ellas hiciera préstamos de hasta 40 mil dólares. Aunque el fraude parece de película, Sánchez explica que es muy sencillo caer en ellos y más aún desde redes sociales porque: “se utilizan disparadores emocionales. La emoción de la ambición por querer casarnos con una persona millonaria o el miedo de no querer denunciar a alguien, que genera efectos a solicitudes de hacer algo ilícito”.

De acuerdo a los expertos, en estos casos se ve un juego psicológico del estafador, porque este ya habrá reconocido que su víctima busca un estereotipo de pareja y, al tener de él toda esa atención, es más propensa a caer en engaños. “Esto ocurre en estafas comerciales y también con hombres que creen que una supermodelo europea les escribe interesadas en conocer su país”, añade Varas.

¿CÓMO EVITAR UNA ESTAFA?

Ante este panorama, Varas alerta que la primera bandera roja que un usuario debe identificar es si la otra persona insiste en conocerte sin que conozca datos básicos sobre ti. De la misma manera, si te exigen con urgencia tu información privada como dirección de domicilio, estado financiero o bienes. 

“La peor de todas: Pedirte dinero o que intervengas en transacciones de altos montos como lo hizo Leviev”.
Alejandro Varas, ingeniero en informática especializado en publicidad.

Sánchez asegura que la manera más inteligente de cuidarse de fraudes cibernéticos y mantener los mismos estándares que en la vida fuera de la WEB a cualquier desconocido que te tope en la calle: 

“Ser muy sigiloso y desconfiado con la información que se comparte a todo momento y nivel. Recordemos que pese a que hagamos match con una persona que comparta nuestros intereses esto puede ser una suplantación de identidad”. 
Bruno Sánchez, fundador de AECI.

Pese a que es difícil reconocer a primera vista si la información y perfil que aparece en la aplicación es verídica, Varas recomienda que, de ser posible, busques en Internet si tu prospecto tiene redes sociales activas desde más de un año, “si tiene un perfil público en LinkedIn, si ha salido en publicaciones académicas o prensa. Casi como lo hacen en recursos humanos cuando aplicas a un trabajo”, finaliza.