Mi nombre es Mary R., tengo 23 años y le escribo desde Paute. Mi caso es muy difícil y no sé qué hacer. Tengo muchos problemas con mi esposo, siempre me golpea y me insulta, es decir, me maltrata de todas las formas posibles. Yo fui violada por un mal hombre desde muy pequeña y a raíz de ese hecho tuve una hija, quien ahora tiene 12 años. Cuando tenía 19 me uní a mi marido porque quise tener un hogar como toda mujer. Al principio las cosas marchaban bien, pero luego empezó a cambiar su comportamiento conmigo y no sé por qué. Tiempo después me hice amiga de un chico con el cual empecé a chatear, nunca hice nada malo, a más de enviar “memes” y contenido gracioso. Pero un día se enteró de eso y desde ahí mi vida se convirtió en un infierno; me anda celando por todo, me dice que soy una cualquiera y se ha transformado en mi sombra. Él dice que no confía para nada en mí. A pesar de lo que me sucedió en mi niñez, soy una mujer tranquila. Le hago esta consulta para que me ayude, porque no sé qué decisión debo tomar.

Respuesta:

Lo que te sucedió fue un accidente. Eras menor de edad cuando fuiste abusada sexualmente por un inescrupuloso, no fue culpa tuya. Tu marido es un machista, y los hombres así son cerrados de mente, solo existe inseguridad y pensamientos indecorosos en sus cabezas. Él no va a aceptar jamás que tengas una relación de amistad con alguien del sexo opuesto. Está lleno de celos y no va a comprender tu situación. Te sugiero que le pongas punto final al maltrato, si estás decidida a separarte no lo pienses más. Aquí entra el famoso dicho: “Es mejor estar sola que mal acompañada”. Tu hija es casi una adolescente y necesita más de ti. Enfócate en ser una madre sabia y ejemplar. Cuida a tu niña y procura que no se repita con ella lo que te pasó a ti. Tu marido no es alguien de fiar, no esperes que les ocurra algo malo. Si te sigue golpeando y te obliga a estar con él, pon la respectiva denuncia y vete lo más lejos posible de ese tipo. Puedes salir adelante sola, si te lo propones con seriedad. Para la próxima, elige bien a la persona con la que pasarás el resto de tus días. ¡He dicho!