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Buena Vida

Hay combinaciones de alimentos y medicamentos pueden interactuar de manera negativa en el cuerpo.Freepik

El conflicto inesperado: cuando los alimentos y las medicinas se chocan

Al igual que en las relaciones de pareja fallidas, podría existir incompatibilidad entre la dieta y algún medicamento 

El uso de fármacos es crucial en la atención médica, ya sea para el tratamiento de enfermedades crónicas (como diabetes, hipertensión e inmunológicas) o agudas (como infecciones bacterianas o virales). ¿Pero sabía que el consumo de ciertos alimentos puede modificar la eficacia de algunos fármacos? ¡Sí! Una interacción equivocada puede interferir con el desarrollo del tratamiento, lo que, como consecuencia, podría comprometer su salud.

Así lo explica María Gabriella Rodríguez, química farmacéutica especialista en toxicología y docente de la UDLA, quien recalca que “está ampliamente documentado en la literatura científica que un alimento puede modificar de alguna manera la actividad de algún medicamento (aumentando o disminuyendo su eficacia), y producir una reacción adversa o intensificar los efectos secundarios”.

De igual manera, la nutricionista Ana María Jiménez, especialista en microbiota, recalca que algunos alimentos pueden relacionarse con las medicinas en el tracto gastrointestinal y afectar su absorción.

Por eso, la experta advierte que es crucial conocer acerca de este tema. “Al estar informados sobre qué alimentos evitar y cómo estos pueden influir en la medicación, los pacientes pueden tomar decisiones más conscientes sobre su dieta y, de esta manera, mejorar su salud y bienestar general”.

Atención a estos alimentos

A continuación, ambas especialistas detallan qué alimentos debe evitar según la clase de fármaco que haya sido recetado por su médico.

- Leche y productos lácteos: Pueden reducir la absorción de algunos antibióticos o suplementos como el hierro. Además, ciertos alimentos de este tipo pueden interferir con el metabolismo de los medicamentos en el hígado, alterando su eficacia o aumentando el riesgo de efectos secundarios.

- Alimentos ricos en vitamina K: Como los vegetales y hojas verdes (espinacas y brócoli). Estos deben consumirse con moderación si se está tomando warfarina, un anticoagulante, ya que la vitamina K puede interferir con su acción.

- Alimentos ricos en tiramina: Estos son los quesos maduros y el vino tinto. Deben evitarse en el caso de ingerir inhibidores de la monoaminooxidasa, un tipo de antidepresivo, ya que la tiramina puede causar una crisis hipertensiva.

- Jugo de toronja: Puede aumentar la concentración en sangre de medicinas antihipertensivas, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios como la hipotensión. Tampoco se recomienda consumirlo con fármacos para la diabetes.

¿Y las otras bebidas?

En el caso de las bebidas alcohólicas y no alcohólicas (como té, bebidas energizantes o café), también se debe tener precaución si se toma alguna medicina. “El alcohol es una bebida que tiene muchas interacciones, especialmente con los medicamentos que tienen efecto sedante, porque al mezclarlos se potencia ese efecto”, advierte Rodríguez.

La experta añade que hay ciertos antibióticos que presentan una reacción adversa. Con el paracetamol podría haber un efecto negativo para el hígado. Y en el caso de los antiinflamatorios (como ibuprofeno, ketoprofeno y ketorolaco), está altamente contraindicado el consumo de licor, porque aumenta el riesgo de aparición de úlceras.

Jiménez explica que en cuanto al té (especialmente de variedades como el té verde), su consumo puede interferir con la eficacia de fármacos para la presión arterial, como los inhibidores de la ECA, como enalapril. “Esto sucede porque los compuestos del té pueden afectar la absorción o metabolismo de estos medicamentos, lo que puede llevar a un control inadecuado de la presión arterial”.

Algo similar ocurre con las bebidas energizantes. Cuando se consumen junto con estimulantes, utilizados en el tratamiento del TDAH, pueden potenciar sus efectos, lo que podría generar nerviosismo, insomnio y taquicardia en el paciente.

En el caso concreto del café, se debe evitar si toma medicación sedante o ansiolíticos, porque la cafeína es un estimulante del sistema nervioso.

Pero entonces, ¿con qué se deben tomar las medicinas? Lo ideal es hacerlo a la vieja usanza: con agua.

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