Exclusivo
Buena Vida
Chambo: ¡Tierra de agricultores y ‘brujos’!
La pandemia y la caída de ceniza por el volcán Sangay motivaron a que no festejen con los actos tradicionales como el Paseo del Chagra.
Chambo, uno de los cantones de mayor producción agropecuaria de la provincia de Chimborazo, celebra, este 18 de marzo de 2021, su trigésimo tercer aniversario de vida política.
Para evitar aglomeraciones, aún más con la fuerte afectación que ha tenido por la caída de la ceniza del volcán Sangay, en los últimos días, suspendieron las actividades tradicionales con las que celebraban esta fecha aniversaria.
“Antes era lindo, pero todas estas desgracias nos han cambiado la vida. El 13 de marzo se hacía el paseo del Chagra, aquí había 25 haciendas, algunas han sido divididas. Pero hay mucha gente que ama la ganadería y trabajar la tierra, y, en honor a ese trabajo y como preámbulo de las fiestas, salían los jinetes con sus madrinas de las comunidades. Ahora ya no se pudo”, exclamó Lucrecia Pazmiño, habitante del cantón.
Pese a no poder celebrar el aniversario como solían hacerlo, en Chambo, que surgió de un asentamiento del pueblo Puruhá, se destacan por mantener sus principales actividades tradicionales: la agricultura, el pastoreo, el intercambio de productos y la elaboración de tejidos.
Su privilegiado clima lo ha hecho un sitio apto para estas actividades. De ahí su apelativo de Señora del Agro.
LEYENDAS
Pero además de ser conocidos como agricultores y artesanos, a los pobladores de Chambo también se les atribuyó el apelativo de “brujos”, debido al imaginario colectivo y a una amalgama entre hechos, leyendas y sus variaciones, que al pasar los años fueron quedando como una imagen metafórica.
La referencia es popularmente aceptada, al punto que el nombre del cantón con las letras gigantes, ubicado en el parque central, está acompañado por la imagen de una bruja.
“Esto viene desde nuestros antepasados, existían mujeres como mi abuelita Pacífica Sandoval, de quien decían que era una bruja, porque ayudaba a la gente con medicina ancestral. A las que les veía débiles les preparaba un jarabe de leche, tocte, plátano y hoja de nogal o les daban para la tos. Igual curaba las malas energías a los recién nacidos y la gente que no entendía de estos procedimientos los llamaban brujas. Sus conocimientos pasaban de generación en generación”, explica Meybol Oviedo, exconcejal del cantón.
Con la llegada de la religión católica, con los españoles, todo aquello que estaba fuera de ella era considerado brujería.
Adicionalmente, Oviedo indica que por 1920 existió una señora que perdió a su marido, un hombre muy pícaro. Esto la afectó muy fuerte y ella se dedicó el resto de sus días, vestida de negro y con una calavera, a perseguir a los hombres que frecuentaban varias casas.
La imaginación y la posterior tradición oral la asoció con el personaje de bruja, llegado a través de cuentos y la cinematografía. Así nació el identificativo que, por muchos años, se le dio a los habitantes de Chambo.
Estas leyendas y creencias forman parte de la riqueza cultural de este cantón de la provincia de Chimborazo. (PO)