Cuando Byron Villamar empezó, a los 19 años, en el mundo de la belleza, siempre tuvo una meta clara, pertenecer al grupo de maquilladores que plasmaría su arte en los rostros de las concursantes en el Miss Universo. Una década después lo logró.

Alcanzar el sueño que lo llevará, este 18 de noviembre, al evento de belleza más importante del mundo, que se realizará en El Salvador, no fue nada fácil. Fue un proceso largo, triste y duro, donde probó lo que es el rechazo.

Hace un par de años, la empresa encargada de entrenar y escoger al staff de maquilladores y estilistas que iría a ese certamen mundial, no lo incluyó. Pero no por falta de talento o capacidad, sino por razones circunstanciales.

Después de haber asistido a un masterclass en Panamá y pasar la audición con el maquillaje que creó, lo llamaron para darle la buena noticia, pero era demasiado tarde, estaba por abordar el avión de regreso a Guayaquil. La segunda vez fue en Ecuador. Llegó el dueño de la marca de maquillaje del Miss Universo, Andrés Felipe Cabrera, y tras otra audición, Villamar quedó entre los tres finalistas, pero el escogido fue otro profesional.

“En ese momento sentí que se me iba un sueño muy grande. Me cuestionaba si esto era realmente para mí”, relata Byron, quien meses después fue invitado como maquillador a uno de los eventos más grandes e importantes de Colombia, el Colombia Moda, que reúne a gente top y personajes de nivel internacional.

En ese lugar le demostró a Cabrera el talento que poseía. “Me estaba observando, me dijo que era muy bueno, que me veía actuar con rapidez y eso era lo que necesitaba para maquillar en el Miss Universo”, sostiene.

Y como la tercera es la vencida, recibió la noticia que por tanto tiempo había esperado. El dueño de la marca le dijo que no hiciera ninguna audición para ir a este Miss Universo, porque ya formaba parte de su equipo… “y aparte quería nombrarme como el nuevo director de la empresa de maquillaje en Ecuador”, dice con evidente emoción, quien lleva el récord de haber maquillado en el país a 300 candidatas que luego se han coronado reinas.

Actualmente es quien maneja la marca en el país y tiene a cargo a 10 embajadores que se encargarán de promoverla a nivel nacional.

Aunque se desenvuelve en muchos ámbitos, su nicho son los certámenes de belleza. En 10 años de carrera lo han denominado el ‘Rey de reinas’ por maquillar a candidatas que usualmente han ganado concursos. Entre las que recuerda están la reina de Morona Santiago; María del Cisne Montes, Reina de Guayaquil; Andrea Aguilera, Miss Supranacional Ecuador 2023, y muchas más.

“Es algo que siempre me dicen. Imagínate que tengo 300 coronas ganadas a nivel nacional y lo mejor es que las chicas todavía visitan mi casa. Se han convertido en mis hijas”, asegura.

Antes de entrar al mundo del maquillaje que le ha abierto muchas puertas, el maquillador retrocede en episodios puntuales de su vida para recordar que le tocó viajar muchas veces en bus a cualquier cantón del país, cargando su enorme maleta repleta de maquillaje, para embellecer a la candidata que lo contratara.

Relata que a los 18 años decidió independizarse de sus padres y salir de su hogar ubicado en Balzar, con el afán de estudiar en Guayaquil y crecer profesionalmente.

Estudió Agronomía, trabajó como dependiente en una cadena de comidas rápidas, luego en una aseguradora, pero nada lo llenaba. Atravesó momentos de indecisión, no sabía qué hacer, ni cuál sería su futuro; en resumen, su vida era un completo desorden.

Hasta que en una de las tantas farras conoció a Miguel Cedeño, el recordado reportero de farándula, a quien le contó de su habilidad y sueño por convertirse en maquillador, aunque lo hacía de manera empírica.

El comunicador creyó en él y le presentó a sus amigas y personajes de la TV, y es así como poco a poco se fue dando a conocer. Incluso llegó a pedirle a una candidata que le permitiera maquillarla. Ella aceptó y ganó. Byron, finalmente, había encontrado su camino. 

Se preparó. Estudió y empezó a viajar para tomar cursos en México, Guatemala y otros países que le ayudaron a depurar su técnica y a tener conocimiento de la teoría. Aprendió pigmentación, la forma del rostro, los tipos de ojos, labios, pómulos y de diferentes estructuras óseas. Asegura que para toda mujer que quiere verse siempre bien el maquillaje es un complemento, y ahí está él.

“Para un maquillador, ¿qué hay más allá del Miss Universo? absolutamente nada. Sueño cumplido”, responde satisfecho.

Su próxima meta: JLo

Luego del Miss Universo su sueño inmediato es maquillar a JLo. “Porque es un referente del maquillaje, todo el tiempo está bien producida. Muchas mujeres se visualizan como ella. Y si es que la llegase a maquillar tendría más clientas queriendo que este hombre las maquille”.

Más de él

- Nació en Guayaquil, hace 29 años, por asuntos médicos, ya que su mamá tuvo problemas con el embarazo, pero se crio en Balzar, sitio de residencia de su familia.-

- Hace un año se casó con su novio, un estilista venezolano que formó parte del Miss Venezuela. Él también fue escogido para estar en el staff de Miss Universo.

- Ecuavisa lo contrató para que maquillara exclusivamente a Samantha Grey, a quien tenía que convertirla en Sharon. Fue seleccionado entre 5 maquilladores.

- Entrar a la empresa de maquillaje de Miss Universo fue todo un reto para él, ya que es bastante estricta al momento de seleccionar a su personal.

- Maquillar a personajes como Érika Vélez, Flor María Palomeque, Denisse Angulo y muchas más, fue una etapa importante en su vida.