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Buena Vida
Aguarico, un oasis de paz
Recorrer la selva virgen, en Orellana, permite conocer especies únicas de flora y fauna y admirar el cielo pintado con un arcoíris.
Adentrarse en Aguarico es encontrar paz, es olvidarse del ruido de la ciudad. Es vivir una aventura y disfrutar de paisajes mágicos.
Este cantón, donde el 94 % de su territorio lo conforman áreas protegidas y reservas naturales, como el Parque Nacional Yasuní y la Reserva del Cuyabeno, es el hábitat de especies únicas de flora y fauna.
El colombiano Gerard Moneris, quien labora en una de las petroleras del cantón, asegura que el mejor sitio para encontrar tranquilidad espiritual es el corazón de Aguarico. “Vale la pena conocerlo. ¡Es aquí donde fluye la vida!”.
EN BOTE
Aguarico es una isla que está rodeada de varios ríos, entre ellos el Napo y Aguarico, que desembocan en el Amazonas. Por estos se puede explorar este cantón de la provincia Francisco de Orellana.
La aventura empieza en el puerto del Coca, donde se toma un bote para recorrer el Napo durante cinco horas, en lancha rápida.
El ingreso es a partir de las 13:00, y después de pasear por las reservas y pasar la noche y descansar en alguna hospedería, la salida es a las 06:00 de cada día. Siempre hay que reservar con tiempo los cupos en las operadoras, ya sea en las comunitarias, en Aguarico, o en las privadas, en el Coca.
RECORRIDOS
Los turistas pueden escoger paquetes que se ofrecen en los tres centros comunitarios: Yaku Warmi, Sancha Ñanpi y Zancudo Cocha.
Augusto Coquinche, del centro Yaku Warmi, explica que como están rodeados por el Cuyabeno, hace 15 años decidieron brindar paseos a turistas.
“Nuestro principal recurso es el turismo, por eso los habitantes nos unimos y arreglamos el área. Nuestros principales visitantes eran ‘gringos’ y europeos”, cuenta el directivo, quien anhela volver a tener más visitantes.
En los recorridos es posible ver delfines rosados, explorar senderos y admirar los atardeceres bajo un cielo que siempre está pintado por un arcoíris, o los amaneceres, en medio del cantar de decenas de aves.
Henry Moya, técnico de Turismo Municipal de Aguarico, menciona que se requieren como mínimo cuatro días y tres noches para conocer las bondades naturales en este rincón del país. YIE
A este sitio se arriba por vía fluvial. En el puerto de El Coca se toma un bote rápido y el costo del pasaje es de $ 40 dólares. Son cinco horas de viaje hasta la cabecera parroquial Tiputini, por el río Napo.
Qué llevar?
Ropa ligera e impermeable porque la lluvia sorprende a cualquier hora, repelente, bloqueador solar, botas de caucho.