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Buena Vida

Los acumuladores pueden acaparar de todo, y les cuesta deshacerse de ello, con tal de llenar ese vacío que sienten.pixabay

Acumuladores, amor por la innecesario

Este trastorno lleva a quien lo sufre a llenar con objetos no solo sus espacios emocionales, sino también los de sus hogares

Los seres humanos son sociales por naturaleza. Aunque hay casos en los que muchos prefieren estar solos, dicha decisión no debe ser catalogada como soledad emocional. Sin embargo, esa ausencia de vínculos puede llevar a algunas personas a coleccionar objetos, incluso animales, para llenar ese vacío.

La realidad es que cada vez somos más consumistas y son las nuevas tecnologías y el internet las que facilitan el acceso a la adquisición de artículos desde la comodidad de nuestro hogar. Compras que en algunos casos son innecesarias.

“El tema de la compulsión es esa ansiedad que nos genera satisfacción y felicidad de comprar algo que de pronto no sirve para nada. Ese instante es como el de un adicto que consume drogas para simular ser feliz y esa sensación momentánea de placer cubre los espacios vacíos de incomodidad, soledad, tristeza, falta de amor propio y otras cosas”, explica el psicólogo clínico Gino Escobar.

Agrega que esa forma de sentir, esa invitación consciente o no consciente e innecesaria de comprar algo cubre un espacio de vacío emocional o de una creencia limitante que no le permite al acaparador hacerse cargo de su necesidad de poder estar tranquilo o equilibrado, sin tener algo o alguien en su vida.

 Trastorno

Quienes presentan trastorno de acumulación tienden a acaparar objetos de los que no pueden desprenderse, dado que la sola idea de hacerlo les genera una enorme angustia. Bien sea, porque sienten que los necesitarán en el futuro o porque les atribuyen un significado emocional, los objetos terminan llenando todo el espacio de sus hogares, terminando por convertirse en una fuente significativa de malestar.

"Lo primero que debe hacer esa persona es aceptar que lo que le ocurre es un problema, que tiene un trastorno y luego irse desapegando de a poco...", psicólogo Gino Escobar

Ante esta situación, Escobar explica que una de las cosas más complejas es soltar, sobre todo, las creencias limitantes y lo que nos ha permitido a lo mejor sentirnos cómodos y a gusto, porque la compulsividad por las compras nos da satisfacción, aunque luego tengas la casa abarrotada e invivible, donde hay cosas que son innecesarias. Incluso, encuentran en la compra excesiva y en la acumulación una suerte de sentido de pertenencia que realmente anhelan.

“El tema de aferrarte a las cosas por la sensación de seguridad que te proporciona es lo que hay que deconstruir. Para dejar la confusión lo primero que debe hacer esa persona es aceptar que lo que le ocurre es un problema, que tiene un trastorno y luego irse desapegando de a poco y entender que el desapego también es amor”, asegura el experto.

Suplir carencias

A través de dicho trastorno, quien lo padece, trata de suplir ese vacío social y emocional mediante bienes materiales. Quienes viven en soledad y tienen mayor necesidad de afecto y compañía pueden acaparar animales y objetos, para de esa manera suplir con ellos la carencia del calor que emana del contacto social.

  • Ejercicio

​El comprar algo, el tener algo, el saber que lo compré y toda la historia que hay alrededor nos lleva a asociar la felicidad al objeto y no transitamos el momento. “El ejercicio que se puede hacer es regalar esa cosa a alguien que lo necesita. Lo interesante es empezar a empatizar con la sensación de soltar eso que era mío, pero no era útil y que lo asocié con la felicidad. Una vez que eres feliz sin poseer cosas materiales empiezas a transitar el desapego”, explica el psicólogo.