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Buena Vida
7 estrategias guayacas para evitar que te asalten
El guayaquileño de cepa siempre ‘anda mosca’ para no dar ‘papaya’
Los guayacos saben que su ciudad ofrece opciones para todos los gustos, desde el más arriesgado hasta el más precavido o desde el más sociable hasta el más introvertido. Le preguntamos a David Chang, guayaquileño de 32 años, quien con su estilo coloquial ha escrito varios blogs (en español e inglés), acerca de cómo es el guayaco en sus gustos y comportamiento, cuáles eran las maneras creativas que utiliza para afrontar la inseguridad en su día a día. Aquí están los siete trucos que le han salvado la campana a muchos.
1. Planifica reuniones en casa
Cada vez más en Guayaquil, la mejor salida se arma sin salir. Una vez definido el “dónde”, como diría Andrés Crespo, que post-covid suele ser en la ‘caleta’ de turno (con un buen aire acondicionado o tal vez en un espacio abierto), la gente se organiza sola y arma la reunión de ‘traje’... traje las colas, otro el arroz, la carne, el postre, las cervezas, y así. Una vez tomada la lista de asistencia, esa puerta se cierra y la diversión va segura y de largo.
2. Va a huecas bien iluminadas
Guayaco que se respeta necesita rematar con ‘jama’ antes de caer soñado. Por eso tiene su hueca favorita para ‘el after’, pero siempre ‘anda mosca’. Mira bien dónde es más seguro parquear su carro o en qué vereda cuadrarse para un ‘agachadito’ sin pagar piso, si anda a pie. El bigote, los hot dogs de la Miraflores, las hamburguesas de Crucelina, y los encebollados para trasnochadores, son puntos, bien iluminados, que no pueden faltar luego de una buena salida.
3. En la calle siempre 'pela el ojo'
Todo guayaco que escucha una moto pasar se pone ‘pilas’ para acelerar el paso o salir corriendo de una. Esto es parte de la sazón de vivir en Guayaquil. ¿Empezó el tráfico en la calle? Camina por la vereda en el sentido opuesto. ¿Apareció un ‘man ficha’? Gira hacia la tienda. ¿Se trepó un caramelero mal encarado al bus ? Se baja al vuelo. ¿Le paró un taxi pirata? Se disculpa, y toma el taxi que viene atrás. Cuando percibe el peligro toma acciones inmediatas.
4. Crea compartimientos secretos
Si bien el guayaco evita llamar la atención, existe un nivel superior. Ahí están los iluminados que utilizan compartimentos secretos para guardar su billete. En la media, en las costuras debajo de los interiores, en la plantilla floja del zapato, en las fundas de papel o compras del mercado, en los bolsillos falsos tipo fajas, y en un sinnúmero de lugares donde ni el choro más sabido se atrevería a meter la mano. MacGyver es un niño de pecho al lado de estos guayacos.
5. Usa trampas contra los maleantes
El guayaco, cual posible presa de malandros en la selva de cemento, ha evolucionado sus estrategias de camuflaje y amague. Si lo sorprenden en el semáforo tiene lista una carcasa telefónica rellena de plastilina para que haga peso, también tiene a la mano ese celular viejísimo o más chino que el wantán, que no le duele aflojar, la cartera o billetera vieja con billetes de Monopolio o un portadocumentos vacío, todo sirve como carnada para ahuyentar a los malandros. ¿Y si se dan cuenta? Véase inciso 3.
6. Viste acorde al sitio que va
Si bien todo guayaco sale solo con lo necesario, se camufla como camaleón con ropa sencilla. Mientras más ‘zona’ es el sitio, más harapienta es la cachina, Para pasar desapercibido, nunca sale con objetos de valor ni joyas caras. Le da palo al mismo jean viejo para no parecer turista en bermuda. Saca sus zapatos sin marca o los del peloteo. Se echa la camiseta al hombro. Gira la gorra para atrás. Ser bajo perfil es su salvación.
7. Al conducir evita encerrarse en el tráfico
El conductor guayaco es bravo para manejar y sabe cómo evitar las pirañas. De la misma forma, hay trucos que aplica tras el volante. ¿Pasa por un lugar peligrosón? Activa los seguros del carro. ¿La luz cambió a amarillo? Acelera. ¿Se puso rojo el semáforo? Toma distancia con el carro de adelante. ¿Quedó mucho espacio hacia los lados? Se pega para que no entre la moto, o para que no puedan abrir las puertas. ¿Tráfico en el camino? Toma atajos y rutas aledañas. ¿Hay una moto sospechosa en el barrio? Gira o aguanta en algún lugar hasta que se vaya. ¿Llega a la casa? Da dos vueltas a la manzana para alertar a los guardias y vecinos. ¿Tubo bajo o accidente? Avanza hasta la gasolinera más cercana, así se dañe la llanta. ¡El guayaco siempre está pilas!
EL BLOGUERO: David Chang es Director Asociado de Licencias de Innovaciones Digitales en la Universidad de Duke, Estados Unidos.