1. El tiempo cambia. Para empezar ya no cuentas en meses sino en semanas. Una forma de percepción temporal que ningún otro ser entenderá. Pareciera que hablan en idiomas diferentes.
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​2. Tus zapatos te quedan pequeños de la noche a la mañana. Los pies se hinchan, al igual que los tobillos, por la retención de líquidos.
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​3. Se te empiezan a olvidar las cosas. Ahora debes estar pendiente de las alarmas, porque te olvidas hasta de desconectar la plancha.
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​4. Te alejas de la vida social. Te importa más tu vida y la de tu pequeño que prefieres estar aislada para sentirte conectada con tu bebé.
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​5. Tu nariz parece ser tu enemiga. ¡De repente te cuesta respirar!
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​6. Los primeros síntomas del embarazo se confunden con los de una simple gripe. Es una combinación de dolencias. Si tienes sospechas no te automediques, primero hazte una prueba.
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​7. La ropa. Es un dilema. Tus prendas te quedan pequeñas y las de las tiendas te quedan enormes.
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​8. Empiezas a salivar mucho. Se debe a los cambios hormonales típicos del embarazo que son responsables de regular la secreción salival.

9. Los cambios de temperatura. También se relacionan con los cambios hormonales.

10. ​ El líbido baja. Los tres primeros meses te sientes cansada para pensar en sexo.