La minería le pasa factura al barrio Ana María, ubicado en el noroccidente de Quito. ¡Como en Zaruma! Los habitantes han encontrado grandes orificios en sus patios.

Ocurrió hace dos semanas en la casa de Juan Carlos Cachipuendo, presidente del sector. “Mi vecino me llamó y yo no creía, luego nos metimos por ahí y encontramos cuevas”, comenta.

El hueco mide aproximadamente un metro de diámetro y, al menos, cuatro de profundidad. Hallaron túneles de los que se hacían para explotar las minas de arena que proveyeron a la ciudad durante años.

“Existían antes de que se urbanizara esta zona. Antes de la década de 1960”, explica.

Él vive hace 20 años en Ana María y cuando construyó su casa no halló ningún indicio de las minas, de ser así habría rellenado los huecos, dice.

Lo mismo le pasó a Leticia Díaz, a quien se le hundió una parte de su patio hace algunos años. “Pusimos una malla y rellenamos, pero sin estudios técnicos”, relata.

Sin embargo, se sigue hundiendo de a poco. “Es como una batea”, agrega. También el cerramiento tiene varias cuarteaduras debido al hundimiento paulatino.

En riesgo todo

Las casas de estos moradores no es lo único que está en peligro. Las cuevas atraviesan la calle César Villacrés, por lo que a decir de Cachipuendo, también estaría en peligro de que colapse el sistema de alcantarillado.

Un poste de energía eléctrica se ha hundido, al menos, 20 centímetros, según los vecinos.

“Si se cae, se van las conexiones no solo de luz, sino de servicios de internet y teléfono”, insiste el dirigente.

En las veredas también se han hecho parches de cemento para las cuarteaduras. Hace tres años y en medio de la época invernal una furgoneta se volcó en esa vía. “Eso hizo que se abriera un hueco enorme porque la tierra está floja”, dice Díaz.

Las evaluaciones

Luis Albán, técnico de Riesgos de la Secretaría de Seguridad, explica que a pesar de que en los vecinos está la imagen de lo sucedido en Zaruma, no habrá colapsos de viviendas enteras. “Es mucha menor la magnitud, pero sí se realizan ya los estudios”, explica.

La tarea no es muy fácil debido a la antigüedad de las minas, pues no hay mayores registros, según el funcionario.

Juan Carlos Cachipuendo ha recuperado un antiguo plano de la zona y, al parecer, las minas ocupaban unos 3 kilómetros del barrio. Mientras que Albán advierte que “todavía no podemos establecer las acciones a realizar porque no sabemos las dimensiones de las cuevas”.

Lo que sí tiene claro es que son algunos los sectores en las laderas del volcán Pichincha que también tendrían estos problemas, debido a las minas.