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Estos lugares se han convertido en focos de inseguridad para los moradores.RENE FRAGA

Lo ‘viraron’ por robarle el perro, en Quito

El canino todavía lo espera en el filo de una quebrada. Los vecinos piden que limpien las covachas de los indigentes que son focos de inseguridad.

Un pitbull mestizo tiene la mirada perdida. Está sentado en el borde de una quebrada, detrás del Mercado Mayorista, en el sur de Quito.

Los moradores dicen que espera a su dueño sin saber que no volverá. A él lo asesinaron la madrugada del martes. Lo golpearon y lo apuñalaron varias veces. Luego quemaron su cuerpo y lo arrojaron en un potrero. Tenía huellas de que intentaron sacarle la cabeza.

Lo conocían como Portugués y era un extranjero en situación de calle. No tenía familia. Su única compañía era el perro atigrado que todavía aguarda por él y por el cual supuestamente lo asesinaron.

El subteniente Darío Zacarías, jefe del circuito Solanda, señala que los victimarios, quienes también son indigentes, atacaron a Portugués hasta matarlo porque al parecer querían arrebatarle el perrito.

Bryan Acosta, alias el Bryan, y Fabián Millingalli, alias el Longo, habrían intentado quitarle el can a Portugués, quien tras tratar de retenerlo fue masacrado a golpes. Los atacantes fueron capturados horas después en las laderas de la quebrada. Ambos tienen antecedentes penales y son procesados por el delito de asesinato.

La Policía indaga si el caso solo tendría relación con la custodia del perro o con otro tipo de delitos.

Según las primeras indagaciones, alias el Bryan estaría vinculado con la muerte de otro indigente que fue encontrado ‘chamuscado’ en La Argelia Baja, el 29 de agosto. Era un exmarino de 62 años, quien al parecer consumía droga.

Covachas de miedo

El pitbull no obedece a nadie. No quiere comer. Cuando alguien se acerca este se mete entre la maleza, donde hay un camino lleno de zapatos viejos y manzanas con restos de bazuco. Este se bifurca en otros senderos que conducen a las covachas improvisadas; lugares construidos con ramas de árboles, plástico y ropa vieja que se han convertido en un foco de inseguridad, según los moradores.

El perrito permanece dentro de la quebrada. Los moradores lo alimentan.RENE FRAGA

Sandra Ruano vive cerca de las laderas de la quebrada y asegura que esos sitios son guarida de ladrones y vendedores de droga. “Traen cosas robadas”. Ella piensa que el crimen de Portugués pudo relacionarse por el control de territorio de droga.

Añade que al día suelen entrar y salir entre 15 a 20 indigentes. Por eso, ella levantó un muro de contención en la entrada de su casa para evitar que intrusos quieran ingresar. Hace dos meses les robaron unas bicicletas del garaje.

El dueño de un negocio que colinda con la quebrada añade que ha visto ingresar a un hombre bien vestido con un maletín. “Se queda por una hora y luego sale”. El morador añade que conocía a los dos detenidos, quienes solían pedirle agua y comida cuando abría su local. “Eran violentos”.

Los moradores piden a las autoridades que levanten una pared que impida el acceso de los indigentes a la quebrada y que coloquen más luminarias. Además, esperan que el perrito pueda ser adoptado por alguien. Mientras tanto, ellos se turnan para tratar de alimentarlo. Ruano cree que al animal lo utilizaban como guardia.

La Policía realiza operativos para evitar delitos en las laderas de la quebrada.RENE FRAGA