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Vinces, convulsionado por hallazgo de una familia muerta
A él lo hallaron colgado. La esposa y sus hijas estaban sobre sus camas arropadas con sábanas. Se presume un femicidio, dos asesinatos y un suicidio
“Perdón”, fue la única palabra que Parménides Montecé Ramos, de 35 años, resaltó en las dos cartas que le escribió a su progenitora antes de presuntamente suicidarse en el baño de su casa, ubicada al interior del plantel educativo Arcadio Soto Santana, en el sector Palmarín del cantón Vinces, Los Ríos.
En la misiva, Paputa, como le decían al supuesto suicida, habría confesado haber matado a su esposa y a sus dos hijas, crímenes que la tarde del sábado 28 de noviembre de 2020, estremecieron a París Chiquito y al país entero, cuando descubrieron los cadáveres de la familia en estado de descomposición.
Las primeras indagaciones determinaron que entre la noche del jueves 26 de noviembre y madrugada del viernes, Paputa habría terminado con la vida de su esposa Vilma Ubilla, de 35 años, y también con las de sus dos hijas, de 6 y 9 años. Luego decidió ahorcarse en el baño del inmueble, pero antes le escribió dos cartas a su mamá Rocío Ramos, detallando todo lo que dejaba y pidiéndole perdón en algunas líneas.
Tras enterarse de la dolorosa noticia, la progenitora sufrió un quebranto en su salud y fue atendida de urgencia en el hospital de la localidad. De ahí salió el rumor de que también había fallecido a consecuencia de un infarto producto de la impresión, pero todo fue falso y su condición de salud es estable.
Hoy, en Vinces, no se hablaba de otra cosa más que del dolor y la desdicha que sobrevino en las familias Ubilla y Montecé. Todos los deudos se preguntaban qué pasó por la mente de Parménides en el instante que acabó con la existencia de su esposa e hijas.
El jefe de la Dinased zona 10, Cristian Rodríguez, detalló que los cadáveres de Vilma y sus hijas estaban arropados cada uno en su cama. Mientras que al hombre lo hallaron colgado en el baño. “Las víctimas tenían una rigidez cadavérica de 48 horas. La mujer y las niñas presentaban señales de asfixia, pero luego de la autopsia se determinará con exactitud cuál fue la causa de muerte”, mencionó el oficial.
Los agentes de Criminalística fijaron y levantaron las dos cartas encontradas, además del cuchillo que estaba cerca del cadáver de Paputa, con el que presuntamente se propinó varios cortes en la mano izquierda.
En el inmueble, la policía también halló cuatro maletas con ropa de Vilma y las niñas, lo que hizo presumir a los investigadores cuál habría sido el origen del conflicto que terminó en desgracia.
Francisca Montecé contó que su hermano siempre tuvo problemas con su cuñada por celos. De ahí que la familia de la fémina le había insistido en que mejor se separaran, por el bien de ambos y de las niñas.
Pero ella decidió quedarse en su intento de recuperar los más de 10 años de convivencia. Sin embargo, un día antes del suceso ocurrió algo que la armó de valor y en su cuenta de Facebook escribió: “Qué día tan horrible… qué año tan terrible”, “No sé cómo va a ser mejor, quiero que me teletransporten a días que los raspones era mi único dolor y eso ni me dolía”.
La fémina tenía dos hijas más de un primer compromiso y la mayor conversó hasta la noche del jueves. Pero a la mañana siguiente, la mujer ya no contestó las llamadas telefónicas.
Ese mismo viernes, Parménides tampoco se presentó a laborar en el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Rubén Zambrano, compañero de Paputa, comentó que la última vez que se vieron fue el jueves en la oficina, pero él no notó nada raro. El viernes le escribieron y lo llamaron para preguntarle por qué no fue a laborar, pero nunca contestó.
Al no tener respuesta, un familiar de Vilma llegó al domicilio y se llevó la desgarradora sorpresa.
Cadáveres a Centro Forense de Guayaquil
Los fallecidos eran muy conocidos en Vinces por lo que los deudos decidieron que serían velados en los exteriores de la morgue, junto al cementerio de la localidad. Por unos minutos ahí se colocaron los cuatro féretros. Pero no contaron con que la fiscal que llegó al levantamiento dispuso el traslado de los cadáveres al Centro Forense de la ciudad de Guayaquil. Esto con el fin de determinar si el agresor usó alguna otra sustancia para sedar a sus víctimas antes de presuntamente asfixiarlas. (TOF)