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Un venezolano fue asesinado de un machetazo en Quito
El crimen ocurrió en el sector de Pacto, al noroccidente de la capital. Parientes encontraron su cuerpo en la vía a Ingapi
Ángel Sánchez lucía triste y nervioso al ingresar a la morgue de la Policía, en el occidente de Quito. La mañana del 16 de junio llegó al sitio para retirar el cuerpo de su padre, Miguel Sánchez.
Su hijo no ocultaba su dolor mientras conversaba con EXTRA. “Mi papá salió a trabajar a las 04:40 del lunes”, recordó.
Luego contó que no supieron nada de él hasta la mañana del martes 16 de junio. Ese día, un pariente se contactó ellos. “Me llamó el primo y dijo que no se presentó en el trabajo. Eso nos pareció raro porque él es muy responsable”, acotó el joven Sanchez.
Por eso la familia inició la búsqueda de Miguel hasta antes del mediodía del martes. Al no obtener resultados fueron hasta una Unidad de Policía Comunitaria de la zona y denunciaron la desaparición.
Ángel pidió prestada una motocicleta. Se trasladó por el camino que su padre recorría para ir hasta la finca donde laboraba cortando caña.
Él llegó a un punto donde estaba tirado un zapato negro de Miguel. Con esa pista regresó donde la Policía y les contó lo que había encontrado.
El hallazgo
Los parientes del hombre junto a los agentes ingresaron a un bosque. No muy lejos del camino se toparon con el cuerpo de Miguel.
Ángel y el resto de seres queridos quedaron devastados. Ellos no tenían claro lo que realmente sucedió porque supuestamente no tienen enemigos. Sin embargo, dudan de una persona con quien la víctima discutió hace un tiempo.
Después de ocho horas se pudo realizar el levantamiento del cadáver. Los familiares del fallecido no podrán llevarlo a su país debido a las investigaciones.
Hace dos años, el hombre había llegado desde la ciudad de Coro, en el venezolano estado de Falcón. Con mucho esfuerzo logró traer a su hermano Manuel, quien también fue a la morgue.
“Él y yo mandábamos dinero a nuestra madre. Mi hermano tiene una hijita allá, a quien también ayudaba”, explicó el pariente.
Manuel estaba trabajando cuando lo llamaron por teléfono. Pidió permiso y fue hasta donde hallaron el cadáver. Ahora lo único que pide es que encuentran al o los responsables del crimen. “Era una persona que no se metía con nadie. Él se dedicaba a su trabajo y a su familia”.
Ayer estaba previsto el traslado de los restos de Miguel Sánchez. Su hijo Ángel lamenta que su padre nunca más los volverá a visitar, como cada fin de semana, cuando iba a su casa para almorzar juntos.