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Vacunas: la esperanza de volver a las aulas
Algunos maestros llegaron dispuestos a esperar horas en los puntos de inoculación. Quieren retornar al presencial y evitar la deserción escolar.
Mientras la población en general estaba confinada, unos 6.000 profesores acudieron a los centros de vacunación en Quito para recibir la vacuna contra la COVID-19. Para ellos, una esperanza de retomar las clases presenciales.
Ante la desorganización del primer día, algunos fueron preparados. Gisella Paredes llegó al Centro de Exposiciones Quito –uno de los puntos–, con un asiento plástico y paraguas. “Estoy dispuesta a esperar horas y bajo la lluvia”, comentó.
Todo valía la pena para contemplar un poco más cerca la posibilidad de volver a su aula de cuarto de básica. “Este año no ha sido bueno, porque no todas las familias tienen acceso a Internet”, agregó.
Con ella coincidió William Chiliquinga, quien dijo estar ansioso de volver a la institución donde labora como profesor de secundaria.
Su esposa, también profesora, esperó varias horas el sábado por la inoculación. A él le tomó una hora el proceso.
Los turnos
Andrés Chiriboga, viceministro de Educación, explicó que los inconvenientes se dieron el sábado (aglomeraciones y largas filas) debido a que los docentes llegaron a la misma hora, incluso sin un turno agendado. “Entendemos que estén ansiosos, pero hay que llegar el día y hora indicados”, dijo.
Agregó que los canales de comunicación entre los ministerios de Educación y Salud mejoraron y se hicieron ajustes en el proceso.
Otra razón para las largas filas fue que las directivas de algunos establecimientos no enviaron a tiempo las convocatorias a sus empleados.