Omaira Montalvo enfermera y supervisora del área de hospitalización del Hospital Militar de Quito, es una de 36 integrantes del personal de salud de ese centro que recibirá la vacuna contra el coronavirus, este jueves 21 de enero de 2020. 

Montalvo trabaja en el primer piso del hospital que desde el lunes anunció el cierre de la atención en consulta externa presencial debido al incremento de pacientes contagiados con COVID-19. A la funcionaria de la casa de salud, que es la encargada de supervisar el área de hospitalización, le embargaron sentimientos encontrados la mañana de este jueves. Habló de miedo, expectativa muy grande y felicidad.

Señaló que el miedo se fundamenta en los efectos secundarios que pueda provocar la vacuna, algo que aún no se sabe. Pero a la vez se mostró confiada "que es un gran paso que está dando el Ecuador para lograr erradicar o controlar por lo menos esta pandemia". Ella recomendó las medidas de seguridad que deben seguirse aplicando para evitar contagios: distanciamiento, lavado de manos y uso de mascarilla.

La enfermera recordó que, durante la emergencia sanitaria, después de estar sus labores en el hospital llegaba a la casa con miedo de contagiar a sus familiares. Cuando había atendido pacientes con riesgo se mantenía en su domicilio utilizando mascarilla todo el tiempo. En su trabajo y en su hogar ha tratado de educar a su familia en las medidas de prevención.

El proceso de vacunación contra el coronavirus en el país, en su fase piloto empieza este jueves en los hospitales Guasmo Sur, en Guayaquil, y Pablo Arturo Suárez, en Quito y en las próximas horas en el Vicente Corral Moscoso, de Cuenca. 

A ellos se sumó el hospital Militar de Quito en donde, desde pasadas las 06:00 se preparó toda la logística para el inicio de la vacunación. La fase piloto involucra tres grupos: personal médico que trata la pandemia, adultos mayores de centros geriátricos y a las personas responsables de su cuidado y a personas con discapacidad.

Se ha previsto que esta primera fase o fase piloto tome unas tres semanas para la primera dosis que incluye la aplicación de 86.000 unidades para 43.000 pacientes. Son en total dos aplicaciones. Las primeras 8.000 vacunas llegaron el miércoles por la tarde a Quito y Guayaquil. El retraso en el envío de las vacunas a varios países se origina en el propio laboratorio y está motivado en la alta demanda, según han reportado medios de países como Italia o Panamá.

En el hospital Pablo Arturo Suárez, en el norte de Quito, también se iniciaron los preparativos para la aplicación de las vacunas a 138 miembros del personal.