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Ecuatorianos continúan varados en una frontera de angustia
Decenas de compatriotas todavía esperan cruzar a Polonia. Compatriotas ayudan con comida en la zona cero, otros gestionan refugios países europeos.
Están varados. Preocupados. Muchos se han cubierto con la bandera tricolor para que otros compatriotas puedan unirse al grupo y continuar con la travesía por salvar sus vidas.
Decenas de estudiantes ecuatorianos pretenden cruzar la frontera de Ucrania hacia Polonia, luego de que fuerzas militares rusas invadieran el territorio, el 23 de febrero.
Uno de ellos es Esteban Troya, de 19 años, quien se contacta con su madre vía Twitter porque dice que las otras redes sociales tienen restricciones. Hasta el cierre de esta edición, él y otros ocho ecuatorianos esperaban subir a un tren en la localidad de Krakovets, al noroeste de Ucrania.
Troya contó que las autoridades les marcaron las manos con números para armar grupos de 50 y que crucen la frontera de a poco. “Atrás mío hay como 1.000 grupos más”.
El joven estudiaba Negocios Internacionales en Lviv y hace más de un mes quería regresar al país porque sabía que lo iban a militarizar, pero cancelaron los vuelos.
La noche del viernes intentaron cruzar la frontera por otro sector, pero no lo lograron y, con el miedo de sufrir de hipotermia, regresaron al departamento. Troya contó que esa noche les quitaron los pasaportes y tuvieron que pagar 50 dólares para que se los devolvieran.
Su madre Érika Feijoo, desde Machala, pide al Gobierno que alguien los reciba en Polonia.
El acolite ecuatoriano
Darwin Cedeño, un chef oriundo del Puyo y radicado en Ucrania por más de 14 años preparó, ayer, 1.000 platos con comida para llevárselos a los damnificados que esperan cruzar al otro país.
Para el propósito tuvo la colaboración de cocineros de la ciudad en la que vive, Ivano-Frankivsk, quienes desde temprano prepararon las ollas y el alimento. “Hay muchas mujeres y niños que no tienen qué comer”, señaló.
Por otro lado, desde Guayaquil, Elías Tagle coordina acciones para que compatriotas que viven en países como Moldavia, Hungría, Polonia y Rumanía presten sus viviendas como refugio para los damnificados.
Tagle dijo que lo hace por convicción y sin fines de lucro: “Estudié siete años en Ucrania. Debo ayudar”.
El hombre hace esto porque también cree que las cosas se pueden tornar más tensas. Él ha recibido noticias de que a los hombres estudiantes les estarían quitando los pasaportes con la intención de que regresen a Ucrania y peleen por la nación.
La Cancillería de Ecuador publicó en su cuenta de Twitter que los ecuatorianos que estén en Lviv se dirijan a la estación de tren para cruzar a Polonia. “Identifiquen a los delegados en la estación que tendrán un distintivo de nuestro país”, decía en la publicación.
Además, el canciller Juan Carlos Holguín confirmó que el primer vuelo humanitario para ecuatorianos desde Polonia se dará el lunes. “Tomamos contacto con estudiantes y padres para su organización”.