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El animal fue brutalmente agredido por los comuneros de Pesillo.Cortesía

Tushuk, la historia de un oso que no tuvo justicia

El animal fue crucificado en una comunidad de Cayambe. Un año después, los responsables siguen libres. 

Ha pasado un año desde que Tushuk, un oso de anteojos, fue crucificado en Santa Rosa de Pesillo, una comunidad de Cayambe, al norte de Quito. Hoy, pese a que se identificó a los implicados, hasta la fecha no existen detenidos, denunció en un comunicado la Fundación Cóndor Andino Ecuador.

Comuneros de la zona serían responsables del hecho que causó rechazo entre los ambientalistas, especialmente porque el oso de anteojos es una especie en peligro de extinción. Según los pobladores de la localidad, el animal era acusado de comerse el ganado y esa fue la justificación para su brutal crucifixión.

Pese a la evidencia existente, el veterinario y activista Daniel Jurado asegura que no hubo justicia para Tushuk. “Los llamaron (a los sospechosos) a dar su declaración, pero no se les impuso si quiera medidas cautelares. Básicamente el caso quedó ahí”, describió el especialista, quien se ha topado con algunos casos de crueldad animal principalmente en contra de fauna urbana.

“Es muy raro que un caso de este tipo termine en cárcel para el infractor”, precisó Jurado. Verónica Aillón, especialista en derecho animal, considera que han habido avances en la material penal respecto a los animales, aún así el camino es largo.

Aunque desconocía en qué quedó el juicio del oso de anteojos, mencionó otros casos en los que se ha obtenido buenos resultados legales como el de los venados de cola blanca abatidos por cazadores. “Los involucrados sí recibieron prisión y también tuvieron que pagar una multa”, destacó.

Según Aillón, Ecuador es el primer país que contempla a la naturaleza como sujeto de derecho. El 24 de diciembre pasado se presentaron reformas al Código Orgánico Integral Penal en el que se amplían las incidencias, por ejemplo se incluye a toda la fauna urbana (antes solo se contemplaba a perros y gatos).

Adicionalmente, se incluyó delitos como la zoofilia, abandono y maltrato, aunque no existan lesiones. “Hay jueces que reaccionan muy bien con estos hechos, pero en otros casos, la justicia le merma importancia por tratarse de animales”, manifestó.