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Tungurahua: Perdió un ojo por ataque de perros
En estado reservado permanece la madre de familia que fue mordida por dos pitbull. Vecinos hacen colecta para familia
El estado de salud de Rosario Moreno, la señora que fue atacada por dos perros pitbull en la parroquia Benítez, del cantón Pelileo, Tungurahua, se mantiene en pronóstico reservado en el Hospital Docente Ambato. Sus familiares no saben qué pasará con ella. Se aferran a la fe y al poder de la oración para que ocurra un milagro y volverla a tener en el hogar.
Por el ataque de los dos canes, el jueves 14 de julio de 2022, cuando se disponía a cumplir con su trabajo de limpieza en el templo, Rosario quedó con serias heridas, especialmente en el rostro, por las cuales necesitaría ser sometida a varias intervenciones.
María Moreno, una de las vecinas que acudió tras escuchar los gritos de la madre de familia, dijo que “la cara estaba como fileteada y los tendones sobresalían de las rodillas”. Así resume lo grave que fue la feroz agresión canina.
Segundo Moreno, de 34 años, uno de los hijos mayores de la herida, quien acude diariamente al nosocomio para ver cómo evoluciona su progenitora, mencionó que los médicos “me dijeron que mi mamá está grave y que solo un milagro la salvará. Esperamos ese milagro. Ella va a necesitar más de 15 cirugías para reconstruirle el rostro y la pierna, según mencionaron los especialistas”.
En la parroquia, la preocupación es porque si bien Rosario es madre de siete hijos y los mayores ya tienen sus hogares, ella aún tiene a cargo a un menor de edad, así como a su esposo, quien tiene problemas con la audición y discapacidad al caminar.
CRUZADA
En la localidad, los vecinos calificaron a la víctima como una madre abnegada que no rechazaba ningún trabajo para ‘parar la olla’ en su casa, por ese motivo están más unidos en oración por ella, para que se recupere, aseguran.
Desde el día del ataque, autoridades del Gobierno Parroquial iniciaron la cruzada solidaria.
Orlando Garcés, presidente de la parroquia, sostuvo que están recolectando dinero y víveres para ayudarles en el hogar, porque Rosario y su familia son de escasos recursos.
Evaluación
Por lo ocurrido con Rosario, habitantes de Benítez temían acercarse a la casa de oración hasta que supieron que los canes fueron retirados.
El veterinario Pablo Parra, del departamento de Fauna Urbana del Municipio, comentó que recomendaron trasladar los perros al albergue de la unidad canina de la Policía para evaluar su grado de agresividad. Los dueños de los canes eran inquilinos en la casa parroquial de Benítez.
Gonzalo González, párroco de Pelileo, informó que el anterior cura de Benítez se encargó de que los canes sean enviados donde recomendaban los especialistas. (YIE)