Una tragedia sacudió a la comunidad de Méndez, en la provincia de Morona Santiago, la madrugada de este domingo 3 de noviembre de 2024, cuando una camioneta, por razones aún desconocidas, perdió el control y se precipitó por un abismo hacia el río Paute, en el sector de Bella Unión.

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El accidente de tránsito ocurrió aproximadamente a las 05:15, en la vía Méndez-Cuenca, en el puente que se encuentra sobre la unión de los ríos Negro y Paute. El vehículo, de placa GSK-1429, quedó destruido tras caer varios metros, y diez personas perdieron la vida: tres niños y siete adultos, todos miembros de una misma familia que, según presumen los investigadores, eran oriundos de la comunidad de Yampas, cantón Logroño.

Hasta el cierre de esta edición, se había confirmado la identidad de cinco víctimas: Orlando y Leonardo Wachapá, Daniela Chiwiant, Luciana Chamik y Dany Peralta.

En medio de la desgracia, una niña de seis años logró sobrevivir al siniestro de tránsito. Las autoridades de rescate encontraron a la pequeña entre los restos del vehículo, herida pero con vida. La magnitud de la caída y las circunstancias fatales que acabaron con la vida de sus familiares han hecho aún más asombroso el milagro de su supervivencia.

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El comandante del Cuerpo de Bomberos de Méndez, Jhon Cordero, confirmó que ella fue la única sobreviviente y que su nombre es Valentina. Ella fue trasladada de inmediato a un centro de salud, donde recibía atención médica, mientras sus heridas eran evaluadas. La historia de su rescate ha portado un pequeño consuelo a la comunidad que llora la pérdida de las otras diez personas que viajaban en el mismo vehículo, rumbo a la comunidad de Yampas, en Logroño.

A través de redes sociales, empezó a circular una imagen de la niña rescatada, en la que podía ser vista de blanco, con ropa proporcionada por el Ministerio de Salud Pública (MSP). El objetivo de la difusión era alertar a sus familiares, para que se acercaran al hospital de Méndez, para su reconocimiento formal.

De esa manera, las autoridades judiciales determinarían la situación de la menor de edad, para que pueda volver con su familia. Además, se debía determinar quiénes son sus padres y si ellos iban o no en el automotor.

Equipos de socorro de los bomberos de Méndez y Sucúa trabajaban arduamente en el lugar del accidente, enfrentando condiciones difíciles para sacar los cuerpos de la zona del afluente y llevarlos a un sitio seguro para su posterior traslado a un centro forense.

Este hecho fue alertado a tiempo por otra persona que circulaba por esta vía. A las 05:22, un testigo llamó al ECU 911 y relató lo que acababa de ocurrir. Eso permitió el desplazamiento inmediato no solo de los bomberos de Méndez, sino también los de Sucúa, según ha informado el Servicio Integrado de Seguridad.

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