“El horror que viví fue indescriptible: me cortaron un dedo, me quemaban los pies con velas y encendedores, me arrancaron una uña, me agarraron del cuello, y me tocaron de manera inapropiada”, relató con estremecimiento una mujer de 69 años, una de las tres víctimas rescatadas por la Policía la madrugada de este lunes 2 de septiembre tras haber sido secuestradas.

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La señora y una amiga fueron raptadas el martes 27 de agosto, cerca de una Unidad de Policía Comunitaria en la Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil. Ambas habían acudido al lugar tras ser contactadas a través de WhatsApp con la promesa de comprar un terreno.

Las mujeres estuvieron cautivas durante siete días en una casa de construcción mixta, ubicada en la cooperativa Trinidad de Dios, en el sector de Monte Sinaí, al noroeste de la ciudad.

La liberación se produjo después de que la Policía fuera alertada sobre el secuestro de un comerciante, también en la Isla Trinitaria, la noche del domingo 1 de septiembre.

El teniente coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Nueva Prosperina, explicó que la hija del secuestrado logró esconderse debajo de una cama y llamó al ECU-911, lo que permitió activar las cámaras de seguridad y rastrear el vehículo en el que se movilizaban los delincuentes.

“Llegaron hasta Monte Sinaí, donde se perdió la cobertura del ECU-911, pero recibimos una ubicación aproximada. Realizamos 20 allanamientos y, en uno de los inmuebles, hallamos al ciudadano secuestrado. La sorpresa fue encontrar a dos personas más que llevaban días en cautiverio”, detalló Santamaría.

Las tres víctimas estaban bajo la vigilancia de dos menores de edad, de 15 años, junto con una mujer adulta.

Durante el operativo, se detuvo a otras tres personas, entre ellas a Jayron Jair Castillo León, alias Jordy, quien registra antecedentes penales por robo y es considerado un objetivo de alto valor en el distrito Nueva Prosperina. Castillo León es identificado como el líder de la banda criminal Los Tiguerones, en Monte Sinaí.

“Es quien causa terror en el sector, colocando explosivos, disparando contra locales y extorsionando a los ciudadanos. Además, es el encargado de llevar a las personas secuestradas a esa zona. Reconocieron que pertenecen a esta organización criminal. Es terrible lo que vivió esta señora. Los delincuentes filmaban las torturas y enviaban los videos a su familia, exigiéndoles dinero. Son unos miserables”, afirmó el jefe policial.

La mujer y su amiga habían salido a vender un terreno cuando fueron interceptadas por los delincuentes.

“Fueron siete días de tortura. Siempre nos mantuvieron amarradas de pies y manos, con los ojos vendados. No sabíamos qué nos esperaba y qué nos iba a hacer. A mis familiares les pidieron cien mil dólares por mi vida”, relató la víctima en estado de shock.

Siete horas después de la liberación de las tres víctimas, a las 10:00 de ayer, la Policía quemó la vivienda donde fueron rescatadas. Durante la intervención, el inmueble se incendió, y las llamas se propagaron a la vivienda contigua, también de construcción mixta donde según el teniente coronel Santamaría fue detenidos alias Jordy.

Sin embargo, Rosa Rodríguez, la dueña de la casa quemada, aseguró no tener relación con ninguna organización criminal.

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