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Los trabajos ya empezaron esta semana. Se retiraron las mallas y los arcos de fútbol.Karina Defas

En Toctiuco, una cancha es la 'manzana' de la discordia

Van a construir una calle que atraviesa este espacio deportivo. Algunos se oponen. 

Por unos metros de una cancha ubicada en Toctiuco, centro de Quito, los ‘vecis’ se ‘agarraron de los pelos’.

Esto, debido a que una parte de ese espacio deportivo, aproximadamente nueve metros, se hará un camino para unir a las calles Jerónimo Puente con la Ramírez de Arellano.

Según Víctor Chango, presidente de la lotización Mirador de Toctiuco, este tramo ya estaba contemplado desde hace más de 30 años.

“Por intereses particulares no se realizó la calle en ese momento, pero ahora el Municipio ya inició los trabajos”, comentó.

Desde el lunes pasado se retiraron las mallas y algunos muros para avanzar con la obra, por lo que otro grupo de vecinos y los jugadores de fútbol que ocupan ese espacio se convocaron para oponerse a esa construcción.

“Hubo cruce de palabras. No llegaron a golpearnos, pero sí nos amenazaron”, dijo Maricela Valenzuela, moradora del sector.

Para este grupo de vecinos, esta obra es necesaria para mejorar la movilidad de, al menos, 50 familias que viven en la Jerónimo Puente, pues no tienen acceso a la calle principal.

“Los carros particulares no pueden pasar, tampoco los camiones de la basura”, agregó Víctor Chango.

Por media cancha

Paúl Umapanta, uno de los vecinos que se opone a la construcción, admitió que los planos de esa calle están aprobados desde 1986. “Pero la cancha existe desde hace 40 años, es parte del barrio”, comentó.

Él y, sobre todo, los más adeptos al fútbol barrial consideran que ese espacio se destruirá. Algo que Víctor Chango negó. “Solo van a ser unos metros, la cancha se va a mantener. Se ampliará más abajo”.

Durante el encuentro de los habitantes, el cruce de palabras fue subiendo de tono por lo que llegaron agentes de la Policía Nacional. “Nos reportaron una aglomeración, pero finalmente se fue uno de los grupos y todo quedó controlado”, comentó el subteniente Christian Basantes, oficial a cargo de la zona.

Umapanta alegó que las ofensas fueron de parte y parte. “Una señora me insultó también”, espetó.

Las gradas contiguas a la cancha son un foco de inseguridad en el barrio.Karina Defas

Inseguridad

Quienes aprueban la nueva calle comentaron que la cancha también es un foco de inseguridad. “Ahí fuman, beben y hasta tienen relaciones sexuales”, dijo Valenzuela.

Reclamaron también que los vendedores informales se han tomado la cancha, incluso “a las malas”.

“Una señora ya se puso una caseta y no hay quién la saque”, agregó la vecina.

Umapanta respondió que la delincuencia existe independientemente de los partidos de fútbol. “Toda la pandemia no hemos ocupado la cancha y sigue siendo peligroso”, anotó.

Basantes expresó que en el espacio deportivo no ha habido mayor novedad, pero sí en las escalinatas contiguas, donde los antisociales aprovechan para asaltar a los transeúntes.