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¡Un 'temblorcito' de confianza asustó a la 'pipol'! Guayaquil sintió sus efectos
Sismólogo de Instituto Geofísico informó que el evento se produjo por la constante subducción de la placa de Nazca y que esta misma alteración fue la que generó el terremoto de 2016.
Más de 20 padres de familia del colegio República de Francia, ubicado en el suroeste de Guayaquil, no dudaron en salir ‘a la carrera’ a ver a sus ‘muchachitos’ luego del fuerte sismo que sacudió la tarde de ayer a varias provincias. Entre los alarmados padres estaba Mayra Martillo, quien ya iba de camino a retirar a su retoño de 8° de básica al momento en el que le movieron ‘el piso’ a Guayaquil.
“Los chicos salen a las 18:10, pero ya les autorizaron que salgan ahorita (17:45) por el temblor”, comentó la madre.
Pero, todo el ‘relajillo’ se armó a las 17:30, cuando un temblor de magnitud de 6.1 en la escala de Richter con epicentro al noreste de La Aurora, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, causó temor en la urbe porteña y otras ciudades del país.
Esteban Hernández, sismólogo de la institución antes mencionada, explicó que la profundidad del movimiento fue de 70 kilómetros y que el epicentro habría sido “en una zona al norte de Guayaquil”.
“El sacudimiento llegó a una altitud de 150 gales y esta medida es la que usamos los sismólogos para medir la intensidad de un sismo; en el caso de Guayaquil, esa amplitud es fuerte, de moderada a fuerte”, explicó el experto.
Sobre el tipo de movimiento que causó el remezón, Hernández dijo que sería debido “al proceso constante de subducción”, choque de placas por tener desplazamiento en direcciones opuestas, en la placa de Nazca. Además, reveló que esta misma alteración fue la que generó el terremoto del 16 de abril de 2016 con epicentro en Pedernales (Manabí) y que debido a la profundidad del sentido la tarde del jueves es que no se tienen registros de mayores daños.
Sin embargo, un edificio, que es usado para vivienda y comerciales, ubicado en García Avilés y Aguirre, se ‘rajó’ a lo alto de su fachada. Hernando Aparicio, albañil que transitaba debajo de la estructura, manifestó que se debería tener cuidado porque “se podría venir abajo en cualquier momento”.
En Guayaquil también se reportaron otras novedades como en un hotel del centro en el que parte de la fachada se desprendió y la caída de cerámicas del interior de un centro comercial de la calle Ilanes, en Urdesa.