¿Has considerado que podrías estar experimentando acoso laboral sin ser consciente de ello? Esta forma de violencia, que podría estar pasando desapercibida para muchos, se define a detalle en el Código de Trabajo y en la Ley Orgánica de Servicio Público.

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El acoso laboral se define como todo comportamiento reiterado que atenta contra la dignidad de una persona y puede ocasionar menoscabo, maltrato, humillación o amenazar su situación laboral.

Aunque algunos casos de acoso laboral pueden ser evidentes, como comentarios despectivos, insultos o situaciones de exclusión deliberada, otros pueden ser más sutiles y difíciles de identificar.

Por ejemplo, la exclusión sistemática de reuniones o actividades de equipo, la asignación desproporcionada de tareas sin justificación, el trato diferenciado en oportunidades de desarrollo profesional, y la comunicación no verbal hostil, como miradas de desdén o gestos de desaprobación, son ejemplos de comportamientos que pueden pasar desapercibidos.

Desde comentarios inapropiados hasta situaciones de discriminación, el acoso laboral puede afectar profundamente a quienes lo experimentan, generando un ambiente laboral tóxico y perjudicial para la salud y el bienestar de los trabajadores.

Cuando se trate de acoso sexual en el ámbito laboral, la situación jurídica es distinta. En estos casos, se lo considera un delito y está tipificado en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y tiene como sanción una pena privativa de libertad de uno a tres años.

¿QUIÉNES PUEDEN SER VÍCTIMA?

El acoso laboral es un fenómeno que puede afectar a una amplia variedad de personas, independientemente de su posición o cargo dentro de una organización.

El Código de Trabajo establece claramente los derechos tanto del empleador como del trabajador en relación con el acoso laboral. Por un lado, el empleador tiene el derecho de despedir a un trabajador que cometa acoso laboral, ya sea de manera individual o coordinada con otros. Esto incluye cualquier forma de acoso, ya sea verbal, psicológico, sexual o por discriminación.

Por otro lado, el trabajador también tiene derechos en caso de ser víctima de acoso laboral por parte del empleador o de sus representantes legales. Según el código de trabajo, el trabajador puede dar por terminado su contrato laboral si sufre acoso laboral, ya sea por acción u omisión del empleador, y obtener el visto bueno para ello.

¿CÓMO DENUNCIAR?

Denunciar el acoso laboral puede ser una tarea difícil y llena de incertidumbre para la víctima. A menudo, se experimenta un temor genuino a consecuencias negativas, ya que la fuente de ingresos y el sustento diario están en juego. Sin embargo, es la única manera de obtener respuestas legales ante esta forma de violencia.

En el sector público, la denuncia se hace directamente con el departamento de Talento Humano de la entidad. Con esta queja formal, se iniciará una investigación interna que permitirá tomar las medidas apropiadas y brindará seguimiento al empleado.

Esto podría incluir acciones disciplinarias contra el acosador, capacitación para empleados o cambios en las políticas internas para prevenir futuros casos de acoso. Además, es posible que se brinde apoyo y seguimiento al empleado que presentó la queja para garantizar su bienestar en el lugar de trabajo.

En el caso de las organizaciones privadas, la víctima puede hacer la denuncia en línea o acudir directamente al Ministerio de Trabajo para denunciar acoso o discriminación laboral, solicitando un visto bueno. Luego, un inspector iniciará un proceso de conciliación, donde el Ministerio puede ordenar disculpas públicas del agresor hacia la víctima, hasta la separación del empleado o la terminación de la relación laboral.

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