En los últimos minutos de su vida, el cabo primero de policía Luis Manuel Corrales Mora disfrutó de una reunión familiar, en un domicilio del suburbio de la urbe porteña. En ese inmueble, sorpresivamente, murió siendo víctima de balazos.

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El crimen se registró aproximadamente a la medianoche de este lunes 29 de julio del 2024, de acuerdo con información policial a la que este Diario tuvo acceso. La vivienda de planta baja en donde se encontraba Corrales está ubicada en las calles 21 y El Oro.

El gendarme, quien en ese momento no tenía su uniforme, fue atacado por sujetos armados que ingresaron al inmueble para cometer un asalto, según los datos policiales recabados hasta el cierre de esta nota periodística.

Los individuos que balearon al agente llegaron hasta esa zona a bordo de un vehículo Kia Sportage de color gris, en el cual también huyeron luego de cometer el atraco.

Corrales intentó impedir el robo utilizando el arma de dotación que llevaba consigo. Sin embargo, los hampones fueron más ágiles y le dispararon. Después se sustrajeron el arma, pertenencias personales y tres celulares de personas que se encontraban reunidas con la víctima en ese instante.

Colegas del cabo fueron alertados de lo ocurrido por el ECU 911 y acudieron al sitio de inmediato, comprobando que Corrales se encontraba sin vida en el interior de la casa.

El cadáver fue retirado por los uniformados, quienes también emprendieron acciones para intentar localizar a los sospechosos, sin que hasta el momento se haya logrado concretar detenciones vinculadas al caso. 

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De acuerdo con los datos policiales, en el sitio, luego de ejecutar pericias enfocadas al hallazgo de indicios balísticos, se encontró siete vainas percutidas que provenían de un arma de fuego con calibre de nueve milímetros.

Corrales tenía 37 años de edad y laboraba en la provincia de Zamora Chinchipe, pero hace poco se le designó que preste servicios en otra provincia. Ayer por la mañana, sus parientes se encontraban en Guayaquil ultimando trámites para que les entreguen el cuerpo del gendarme. Se conoció que sus familiares tenían previsto trasladar el cadáver hasta la ciudad de Quevedo, en la provincia de Los Ríos, para efectuar el velorio y posterior sepelio.

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