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Judicial
Guayaquil: Cayó preso en su mismo barrio, tres años después del asesinato de su novia
La Policía buscaba al sospechos desde que ocurrió el crimen de Verónica Silva Ruiz. El individuo trabajaba en una lavadora, en el sur de Guayaquil
Digna Ruiz sostiene que su confianza en la justicia es mínima y que para ella aún no ha sido resuelto el caso que envuelve al asesinato de su hija Verónica Jazmín Silva Ruiz, quien a sus 21 años, el 2 de octubre de 2018 fue estrangulada y partida en dos con un machete.
Los principales sospechosos del crimen fueron Kathleen Alexandra Layana López, la supuesta mejor amiga de la víctima; y el novio de ambas, Jhair Alexander Bohórquez Bastidas. La primera fue detenida poco después del hallazgo del cuerpo, en el sur de Guayaquil, y cumple una sentencia de 34 años con 8 meses de prisión.
Bohórquez, quien había sido procesado en ausencia, fue capturado el pasado miércoles, a diez días de que se cumplan 3 años del crimen, en el sector conocido como La Playita, en el Guasmo: misma zona del asesinato y la detención de la primera sospechosa, y donde además vivía el prófugo.
Un oficial de la Fuerza de Tarea, unidad policial creada hace seis meses para la búsqueda de fugitivos, cuenta que habría sido complicado localizar a Bohórquez, pues su aspecto cambió: engordó y se dejó crecer la barba.
“A eso se suma la utilización de una gorra y mascarilla”, agrega el investigador.
Jhair Bohórquez trabajaba en una lavadora de vehículos, en la que fue ‘visitado’ por los agentes, a quienes habría dado una identidad diferente, pero luego, por voluntad propia, dijo la verdadera, recuerda el oficial.
Y es esa situación, que fuera localizado y que habitara en el mismo barrio, que “indigna” a la madre de Verónica Jazmín. Para ella, son los nuevos agentes quienes se han dedicado a trabajar, porque en tres años, a pesar de que no se fue del sector, no lo pudieron encontrar.
“Y tampoco sé realmente por qué la asesinaron. Dicen que fue por una pelea por un supuesto trío amoroso, luego que por celos. De ahí, que porque ella no se quiso dejar prostituir. “Aún no creo en eso. Y creo que hubo más participantes. Creo que se debe abrir una nueva investigación”, concluye la progenitora.