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La sinfonía de la calle en la capital
Violines, cuatros venezolanos, trompetas... son los instrumentos de artistas callejeros que recorren Quito con música y ganándose el sustento.
La música se expresa de diferentes maneras en las calles de la capital. Los artistas muestran su talento con una infinidad de instrumentos a cambio de una moneda.
Si caminamos despacio por la avenida Naciones Unidas, en el norte de Quito, observaremos a dos chicas entonando en sus violines música ecuatoriana. Los estuches en donde los guardan sirven para que la gente deje algo de dinero.
Son venezolanas y se llaman Anmaryth Mendoza y Albani Parra, quienes eran profesoras de música en su país natal. Llegaron a Ecuador hace un año y medio.
Antes de la pandemia, ellas daban clases a domicilio o tocaban en algún evento especial. Se presentaban hasta en los teatros capitalinos.
Ahora, por culpa de la COVID-19, tuvieron que volcarse a la calle, en medio del apuro de las personas y el ruido de los autos.
“A la gente le impresiona ver este tipo de instrumentos en la calle”, nos comentan mientras ofrecen un repertorio en ese punto de Quito. Tienen una buena acogida en los diferentes sectores en donde se presentan.
Las dos venezolanas no solo ofrecen su talento en el violín, sino también dan consejos. “Sean prudentes, mantengan la distancia y apoyen el arte”.
No tan lejos de la Naciones Unidas está José Gallardo, de 75 años. Lo encontramos en la avenida Amazonas, luciendo un sombrero, protegido con mascarilla y un instrumento en su mano.
A simple vista parece una guitarra. No es así. Es un cuatro venezolano que solamente tiene cuatro cuerdas. Nos cuenta que es un instrumento muy versátil porque se utiliza de dos maneras: como acompañamiento de la música criolla y cuatro solista.
Gallardo fue un autodidacta desde pequeño. Luego se hizo comunicador comercial, sin dejar de lado su amor por la música.
A su edad, su única fuente de ingreso es tocar en una banca de esta avenida. Se siente feliz porque las personas son muy receptivas y le felicitan por su actividad.
Nuestro recorrido llega a su final en la avenida Amazonas y Orellana. Allí, cinco jóvenes se reúnen para empezar su día tocando sus instrumentos. Se llaman Los Semaforeros.
Su jornada de trabajo empieza a las 09:00 y culmina a las 16:00, de lunes a sábado. Cada uno porta diferente instrumento; Antony Vásquez toca el cuatro venezolano, Luis Borges la güira, Josué Barreto la trompeta, Geovanny Vivas el corno.
Ya listos y con mucho entusiasmo se lanzan al semáforo en rojo. Tienen 30 segundos para llamar la atención de los conductores de las primeras filas que miran de cerca el espectáculo.
“Nosotros ofrecemos lo que sabemos hacer. La gente simplemente colabora, se ríe, da gracias, nos da comida y agua. Muchos apoyan el arte y eso nos alegra mucho, porque salimos a la calle simplemente a trabajar”, dice Luis haciendo una pausa al repertorio.