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Más de un siglo después, Fátima reza por la paz
Luego de dos años bajo mínimos por la pandemia del coronavirus, miles de peregrinos vuelven hoy al famoso santuario de Portugal para rezar por el fin de la guerra en Ucrania.
Tras dos años bajo mínimos por la pandemia del coronavirus, miles de peregrinos vuelven hoy al santuario de Fátima para rezar por el fin de la guerra en Ucrania, la recuperación tras la covid y la salud de sus familias.
"En este tiempo se vuelve todavía más vehemente esta oración por la paz, esta necesidad de rezar por la paz teniendo en cuenta la situación de guerra que se vive en Europa como hace 100 años", explica a Efe el capellán del santuario, Francisco Pereira.
Pereira se remonta a la historia de las apariciones de la virgen en la Cova da Iria, que según la tradición católica fue vista por tres niños en 1917, en plena I Guerra Mundial.
Hoy, las oraciones por el fin de la guerra en Ucrania se repiten en las misas organizadas en distintos idiomas en la Capilla de las Apariciones, donde se encuentra el punto en el que, según la tradición católica, la virgen se apareció a los niños el 13 de mayo de hace 105 años.
Pereira resalta que no rezan "por la derrota de nadie, por la destrucción de nadie", sino "para que todos se sientan integrados" y "encontrar un punto en común".
El santuario de Fátima envió el pasado marzo una imagen de la virgen a la ciudad ucraniana de Leópolis a pedido del arzobispado greco-católico de la región, y planea mandar otra.
A Fátima acudió hoy Adelaida Lopes, una veterana peregrina que en el bastón de senderismo que ha utilizado como ayuda en su trayecto desde Lisboa (a 128 kilómetros) lleva anudada una cinta con el azul y amarillo de Ucrania.
"La pandemia no nos dejó venir durante unos años y ahora era hora de venir, teníamos que venir precisamente este año porque esta bandera nos dice mucho", asegura a EFE.
Katria Postigo, de Perú, pide por su familia y amistades y para que "termine la guerra, donde se está muriendo tanta gente que es inocente, tantas criaturas, tanta gente sin nada".
NORMALIDAD PERO CON PRECAUCIÓN
Pero la guerra no es el único tema que preocupa a los feligreses, también la pandemia y los deseos de salud, como recuerda el capellán.
"Este año la preocupación todavía es la covid, aunque más mitigada. Todavía tenemos la conciencia de que la enfermedad continúa afectando a mucha gente", reconoce Pereira.
El santuario espera unos 150.000 visitantes, por debajo de los 190.000 de 2019, aunque no son cifras oficiales, ya que no todos los fieles se registran al llegar.
Hasta el momento, han anunciado su presencia 119 grupos de 23 países, con Italia, Estados Unidos, Alemania, España, Francia y Brasil como las principales nacionalidades, aunque por detrás de Portugal, que supone la mitad de las visitas.