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Sicarios metieron las manos por las rejas y ‘quebraron’ a cuatro personas en Guayaquil: “Mijita, él te hizo esto”
Familiares atribuyen el hecho a los problemas que una de las víctimas mantenía con su cónyuge, de quien se separó horas antes. Una de las víctimas es cuñado del alcalde de Durán.
A los dos hombres que la madrugada de ayer balearon a cinco personas, cuatro de ellas murieron, solo les bastó meter las manos por las rejas del portal de una vivienda para cumplir su objetivo: disparar y matar.
Este suceso, que acabó con la vida de dos hermanos, Jeffri Francisco Burbano Pérez, de 35 años, y Jaime Alejandro Tovar Pérez (20), de su prima, Natalia Noemi Rojas Pérez (37) y de un vecino, Ángelo Alexander Suárez Vera (28), ocurrió a la 01:15 en las calles Chambers y la 33, en el suroeste de Guayaquil.
Uno de los fallecidos, Burbano Pérez, era hermano de la esposa del alcalde de Durán, Dalton Narváez, revelaron sus parientes a EXTRA.
Sus seres queridos también aseguraron que el ataque habría estado dirigido a Natalia, quien recientemente se había separado de su conviviente, por las constantes agresiones físicas y psicológicas de las que era víctima y, lamentablemente, sus parientes fueron víctimas colaterales de un femicidio.
“Jaime era medio hermano de Jeffri y vivía con su mamá. Ángelo era muy amigo de la familia Pérez, se conocían desde que eran niños, siempre se reunían”, sostuvo.
Una vecina, quien evitó dar su nombre por temor a represalias, relató que las víctimas estuvieron hasta la 01:00 conversando, comiendo y bebiendo en la vereda de su domicilio. “Es una familia tranquila, son chicos trabajadores. Tres de los occisos son nietos de uno de los fundadores de este sector. Todas las semanas se reúnen y hacen parrilladas. Recién habían entrado a la casa y estaban en el portal. Los asesinos no entraron, solo metieron la pistola por las rejas y les dispararon. El barrio está de luto”, contó consternado un vecino de los occisos.
Otro morador también atribuyó el hecho violento a los problemas maritales que Natalia Noemí mantenía con su conviviente y padre de sus hijos. “Los familiares la fueron a rescatar porque frecuentemente ella era victimada por su cónyuge. A las 18:00 llegó en un camión con todas sus cosas. Su mamá al verla herida y en el piso gritaba: ‘Él te hizo esto, mijita, él te mandó a matar’. La había amenazado de muerte y no le importó que fuera la madre de sus hijos”, manifestó una amiga de los fallecidos.
Explicó que Jeffri Francisco y Natalia Noemi trabajaban en el área administrativa de una casa de salud del suburbio porteño y que ellos vivían en la casa donde ocurrió la balacera que, además, dejó herida a la novia de un integrante de esta familia, que hoy llora el asesinato de tres de sus seres querido.
En el lugar, agentes de Criminalística hallaron 13 indicios balísticos, calibre 40 milímetros. (AEB)