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Según la web de estadísticas Priceonomics, en Instagram hay unos 50 millones de fotos con la etiqueta “selfie”, y el término se menciona cada semana en 365.000 posts de Facebook y 150.000 tuits.Facebook Kirill Oreshkin

La selfie, un ‘vicio’ social y mortal

Según la web de estadísticas Priceonomics, en Instagram hay unos 50 millones de fotos con la etiqueta “selfie”, y el término se menciona cada semana en 365.000 posts de Facebook y 150.000 tuits.

¿Qué daño podría causar una fotito? Quizás suena como una pregunta tonta, pero sí, puede causarte daño e incluso la muerte. ¿Crees que es exagerado? Pues remítete las cifras: La ‘selfie’, la fotografía de moda, ha causado 259 muertes en el mundo de personas buscando el autorretrato perfecto, según cifras de una investigación elaborada por Journal of Family Medicine and Primary Care.

El informe, recopilado desde 2011 (cuando inició esta tendencia) hasta noviembre del 2017, señala que de esta cantidad de muertes 3 ocurrieron en 2011; 2 en 2013; 13 en 2014; 50 en 2015; 98 y 93, respectivamente, en 2016 y 2017.

Si medimos la distribución por edad, aproximadamente el 50 % (106) se produjo en el grupo de 20 a 29 años, seguido por el 36 % en el grupo de 10 a 19 años.

La muerte número 260 se sumó en días pasados cuando una joven cayó desde el piso 27 de un edificio en Panamá. En redes sociales, se viralizó el video del momento preciso cuando la mujer cayó precipitadamente hacia el vacío, muriendo inmediatamente.

¿Qué mismo es una selfie?

El estudio la describe como una fotografía que una persona toma de sí misma (o de un grupo) donde normalmente utiliza un teléfono inteligente con el propósito de compartirla en las redes sociales. Las califica como “muy populares” entre los usuarios de Facebook, Twitter, Instagram y Pinterest y explica que “es gratificante” para los individuos ver la cantidad de likes y comentarios positivos sobre sus fotos.

Además señala que esto los influye aún más para que publiquen imágenes únicas, lo que también puede implicar de comportamientos de riesgo para hacer tomarse este tipo de fotos.

Aquí algunos datos este fenómenos mediático del siglo XXI:

- Según la web de estadísticas Priceonomics, en Instagram hay unos 50 millones de fotos con la etiqueta ‘selfie’, y el término se menciona cada semana en 365.000 posts de Facebook y 150.000 tuits.

- Desde 2014, 49 personas han muerto intentando hacerse un selfie; la edad media de las víctimas es de 21 años, y el 73,5 % son hombres, mientras el 27.5% son mujeres, según los mismos datos de Priceonomics.

- El mayor número de incidentes y muertes por selfies se registró en la India, lo que representó aproximadamente el 50 % del total recopilado, seguido por Rusia, Estados Unidos y Pakistán.

- Ahogamiento, accidentes viales y caídas de alturas considerables se encuentran entre las causas de muerte principales originadas por una selfie.

- Google estimó que se cargaron 24 mil millones de selfies en el 2015.

- Fue nombrada como la palabra del año 2013 por Oxford Dictionary.

Revisado todos estos datos, veamos desde el punto de vista profesional qué motiva u obsesiona a una persona a tomarse selfies y qué es lo que desea lograr.

El selfie “es la apropiación de la imagen”

Según el sociólogo Héctor Chiriboga, el selfie en este momento ya es una práctica social. El profesional indica que no hay clase social, género, orientación sexual, etnia o raza donde no se produzca esta práctica, a excepciones de las zonas rurales donde no exista internet.

“Está ampliamente implementada dentro de nuestra sociocultura pos moderna y tecnológica. Estamos propiamente invadidos por lo digital y el recuerdo; la gente se toma para recordar los momentos, más que nada los felices”. explica Chiriboga.

El académico cree que además esta relacionado con la posibilidad en el mundo contemporáneo de poderse expresar por fuera de ciertos cánones universales que antes eran ostentadas por elites estéticas. “El selfie es una expresión estética. Alguien que se toma una fotografía, es la apropiación de la imagen; ahí donde antes la imagen propia podía ser manejada o sencillamente no tenía ningún tipo de imagen publica, ahora resulta que todos podemos tener una, dependiendo del número de contactos en ese mercado llamado redes sociales”.

Según el sociólogo en estas plataformas uno se hace una imagen y la construye a través de herramientas, como los filtros, que pueden mejorar tu imagen o darte el tono o estética que desees.

“Ya nadie es un referente estético a partir del cual uno pueda compararse. Aunque claro existen los llamados influencers que muestran una forma de ser, de estar en el mundo, de comer, de tener el cuerpo y se convierten en referentes... Pero es como si hubiese un sentido de libertad artificial, algo como ‘yo me muestro como quiero’...”. Agrega que no hay límites para esto, ni de edad, “los maduros, los jóvenes y los niños lo hacen cuando tienen un celular”.

Chiriboga también lo asocia con la posibilidad de las personas de mostrarse a aquellos que antes no la tenían. “En las paginas de diferentes revistas o periódicos existían las páginas sociales donde solía aparecer solo la elite; seguro algunas siguen existiendo pero ahora ya hay otro campo donde cualquiera expone su foto. Como esto circula en la redes, es una puerta abierta en una época donde pasamos por una crítica superficial, banal y muy visceral”, señala el experto.

Asimismo lo considera narcisista. ¿La razón? Por el simple hecho mostrarse en un época donde la imagen se ha convertido en el centro de atención y vendemos nuestra apariencia a manera de “un pequeño placer”.

Respecto a poner en riesgo nuestra vida por la ‘selfie perfecta’, Chiriboga cree que “en este momento ya estamos rebasando un límite”. Él sugiere que debemos disfrutar de los momentos pero no exponernos a peligros como “un precipicio, una ráfaga de viento o acercarse a un animal”, por una fotografía.