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Extorsionaban desde la cárcel hasta que les cayó la ley... ¡otra vez!
Pillos se hacían pasar por policías para pedir dinero. El 'cerebro' de la banda operaba desde una prisión, en Quito. Otra red lo hacía en Guayas.
Manuel, un servidor público, denunció que unos supuestos policías lo llamaron a decirle que su sobrino había sido detenido, y que si quería que lo liberaran debía darles dinero. Con esa información, agentes de la Dinased iniciaron las investigaciones, que pronto los condujeron al Centro de Detención Provisional de El Inca, en el norte de Quito.
Desde la cárcel, un hombre, con antecedes por robo y tráfico ilícito, se había convertido en el ‘cerebrito’ de una organización extorsiva. Afuera, otras tres personas colaboraban con él para identificar a un ‘blanco’ fácil, averiguar todos los datos posibles y ‘caerle’.
En los últimos días, la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) realizó un operativo llamado Alcatraz 2 que desarticuló a esta banda. Dos ecuatorianos y dos colombianos. Tenían 13 cuchillos, dinero, siete celulares (incluso el ‘cerebrito’ dentro de prisión). Además, doce pipas artesanalaes con las que se daban ‘festines’ de droga, corroboró el coronel Freddy Sarzosa, jefe subrogante de la Dinased.
En un operativo llamado Némesis 8, la Policía desarticuló una banda dedicada a la extorsión y asociación ilícita. En ocho allanamientos en Guayaquil, Manta y Milgrago, agentes de la Unase arrestaron a 12 sujetos, quienes también realizaban llamadas desde el Centro de Privación de Libertad Regional del Guayas simulando ser servidores policiales y pedían altas sumas de dinero.
Sarzosa indicó que exigían de 500 a 1.000 dólares a cambio de no detener supuestamente a familiares. Las víctimas, en medio de la desesperación, accedían y realizaban depósitos bancarios a diferentes cuentas. Muchos de los detenidos tienen antecedentes por tráfico ilícito y robo. Durante los allanamientos se encontraron celulares, comprobantes de depósitos, tarjetas de débito, etc.