Exclusivo
Actualidad

Los vecinos instalan alarmas para alertar sobre algún sospechoso en el barrio.Karina Defas

¡En Santa Rosa de Chillogallo se blindan de los ‘choros’!

Los moradores de este barrio de Quito indican que los pillos saben cuando la gente se ausenta para meterse a robar. También les piden dinero para dejarlos pasar a sus casas.

Los moradores de Santa Rosa de Chillogallo, en el sur de Quito, blindan sus casas con cámaras y sensores de movimiento para evitar ser presas de los ‘choros’.

La semana pasada se registró una muerte violenta en la calle Esteban Alonso. Dos jóvenes fueron tiroteados por desconocidos. Uno de ellos murió y el otro se recupera en una casa de salud.

Este hecho fue ‘la gota que derramó el vaso’, según José Guachamín, quien reside por más de 30 años en el lugar. Asegura que, en el último año, esa calle se ha vuelto intransitable. “Hay que pagar peaje a los delincuentes.”, mencionó.

El miércoles pasado, delincuentes intentaron meterse a la casa de Guachamín. Rompieron el candado de la puerta principal, pero no lograron acceder a ningún departamento.

El morador colocó un alambre de púas encima de la puerta, pero no fue suficiente. Hace unos días puso otra alarma y cámaras de seguridad que apuntan a la entrada de su casa.

Por si fuera poco, el local en el que venden estos aparatos casi fue asaltado por los pillos. Sulay Peñafiel, trabajadora del negocio, contó que la semana pasada forzaron la puerta. “Parece que le intentaron abrir con un cuchillo”, dijo.

El local está en un segundo piso y, como en el caso de Guachamín, la mujer cree que quienes intentaron meterse en el negocio serían personas que conocen los horarios de entrada y salida de los vecinos.

Las personas que beben licor en las calles generan inseguridad, según los moradores.Karina Defas

Focos de inseguridad

Cerca de la casa de Guachamín suelen reunirse grupos de personas a beber licor y a consumir droga. El vecino presume que serían integrantes de bandas que quieren reclutar a jóvenes.

Jesús, un muchacho del barrio, contó que la persona que murió en el tiroteo era su amigo en la infancia. Jugaban fútbol, pero con el tiempo “se hizo de otras amistades”.

El joven aseguró que los disparos no eran para su ‘pana’, sino para el que iba con él. Recibió un tiro en el muslo derecho. “Tal vez vuelvan para terminar su trabajo porque tienen cuentas pendientes con el herido”.

Con respecto al atentado de ambos jóvenes, la Policía descartó que se tratara de un acto de delincuencia común porque, según el coronel Joan Luna, comandante del Distrito Quitumbe, “no tienen antecedentes penales ni eran personas con un perfil económico alto”.

Hasta el momento no existe algún detenido por este hecho de sangre. Los moradores solicitan más resguardo.