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En este año, 328 muertos es el saldo de víctimas violentas en las cárceles del país.juan faustos / Extra

Revelador testimonio de reo a quien le tocó matar para poder vivir en la 'Peni'

Caminar entre cadáveres y quemar a gente que no sabe ni quién es. Esta es la historia de un privado de libertad de la Penitenciaría del Litoral, que con vergüenza cuenta lo que ha tenido que hacer. O estás con un grupo o no estás en nada, afirma

¿Qué es vivir, sino el arte de sobrevivir? Lo dice un reo. Uno cuyas manos se han manchado de sangre, que ha matado, desmembrado cuerpos y cortado cabezas, que ha quemado a otros, que ha caminado entre cadáveres y hoy lo cuenta con vergüenza. Aunque también con impotencia, con rabia, con dolor... un tanto vacío de sí mismo.

Salvador cayó hace algunos años en ‘cana’ por un delito menor. Nada vinculado a la delincuencia común. Pero hoy, con algo más de cinco años tras las rejas, dice de sí: “el que fui, ya no soy... vi e hice muchas cosas de las cuales yo mismo me asusto”.

Bajo reserva de su identidad, después de la masacre en la Penitenciaría del Litoral entre la noche del 12 y la madrugada del 13 de noviembre, que dejó 62 muertos y una veintena de heridos, decidió hablar con EXTRA.

El diálogo es vía telefónica, nada de extrañarse, pues hasta las propias autoridades saben que allí adentro, pese a las prohibiciones, el uso de celulares es común.

En la última masacre en la ‘Peni’, los agentes de Criminalística levantaron el cadáver de un reo en el techo del pabellón 2.Archivo / EXTRA

No es la primera vez que mata. Eso lo deja claro desde el inicio. “Ya mis manos están manchadas de sangre. Mira, yo caminé entre los muertos, vi ejecutar, decapitar… viví una adrenalina hasta las güevas”, dice en referencia a la masacre ejecutada el pasado martes 28 de septiembre, que dejó 116 víctimas mortales.

“Mmm... y también me avergüenzo de lo que hice ese día. Pero hice lo que debía hacer: tuve que matar, tuve que cortar cabezas... Lo malo (es) cuando pruebas sangre, probarás después”.

Hace una pausa en su relato. Y vuelve a la carga para explicar con ‘antecedentes’ cómo se llegó a la última masacre, ocurrida hace una semana.

Escenas de internos incinerados, circularon en las redes sociales.Cortesía

“La historia empieza en marzo del 2021, una vez que pasó el tema de la muerte de JL ( Jorge Luis Zambrano González, alias Rasquiña, líder de la agrupación delictiva Los Choneros, asesinado el 28 de diciembre de 2019). Entonces empezó la división de todas las agrupaciones que tenía al mando. Ahí empezó la guerra por el poder”, detalla.

“Yo he pasado muchas cosas que el mundo entero no sabe, medio les cuentan y hacen una bomba con lo que pasa aquí, pero hay cosas que son jodidas... Este es un ‘hotel’ caro, una cola te cuesta 5 ‘latas’, ¡una cola! Una funda de pan, 5 dólares, dos tacos de galletas 5 ‘latas’… aquí no es que comes bien, comes poco. Por ejemplo, en la guerra de septiembre tuvimos cinco días sin recibir comida, sin comer nada; la guerra del mes de marzo, 15 días sin alimentos, 15 días que yo bajé de peso pero brutalmente.

¿Sabes lo que es vivir 15 días estresado, sin dormir, sin comer? Habla serio, pues… la gente estaba que miraba ya blanco, la gente estaba que veía como (en) los dibujos animados cuando esos manes que tienen hambre ven al pollo caminar y todo desplumado, así nos veíamos”.

Bala a quienes llevan la ‘jama’

En medio del diálogo, que fue pautado por el propio reo como una versión sin preguntas, se da un silencio. Entonces se aprovecha: ¿Pero qué esperar entonces, que se maten todos? ¿Y cómo es que meten tantas armas?

Salvador respira, frena la ‘preguntadera’ y habla. “Esto es jodido. Acá la guerra continúa. Acá debemos colaborar con dinero para los ‘juguetes’ (las armas) que van a entrar. Esto no terminará.

En el área Transitoria, fueron hallados la mayoría de cuerpos de la matanza del 12 de noviembre.Cortesía

Lo que pasa es que estamos días sin comer. Si la semana tiene 7 días, comemos 2 o 3 y 4 la pasamos con hambre. En esos días la gente ni ganas de cag... tenía, porque tenían vacío el estómago”.

En medio del diálogo y como para bajar la tensión del mismo, Salvador hasta se da tiempo para la broma.

“Yo con estas guerras estoy más talla. He cogido una talla...”.

¿Te refieres a que estás más fornido?

“Nooo, qué va. O sea en la ‘gaver’. Talla, tallarín. Súper que flaco.

Sucede que los del pabellón 8 disparan a la compañía de comida (la que brinda el servicio) y al pasar eso ellos ya no pueden entrar comida.

Entonces la gente (los demás reos) lo que trata es ‘darle’ (atacar con todo) a los pabellones 2, 8, 9 y 10 que son los que a diario disparan… por eso acá la gente ya no aguanta paro y ‘les meten’… ellos dañan las visitas, la entrada del economato, la entrada de la comida”.

Y sobre el último hecho violento que dejó 62 víctimas, dice que “acá hay fusiles, granadas, tacos de dinamita, pistolas, municiones como para regalar... no pues, todos los pabellones se arman”.

Asegura que la idea era “entrar al pabellón 2 y dar bala. En el F se mató a mucha gente y se quemó, pero no sabías quién era quién.

En ese momento, es la vida de uno o la de ellos. Así es esto, o te salvas o matas. No hay otra salida.

En la entrada del pabellón 5 yo participé ahí. Vi e hice muchas cosas de las cuales me asusto. Jamás en mi vida disparé ni maté, pero ese día era mi vida o la de ellos, así que valió más eso.

Pero lo que vi que pasó, eso nunca olvidaré, ni lo que uno percibió ahí, el terror más grande que se vivió. El ver cómo se decapitaron, mutilaron, ver cómo se prendía fuego a la gente y ver sus rostros... de eso no tienes la más mínima idea.

Pero ese día como me dijeron: es tu vida o la de ellos. Y tú inhalabas sangre, miedo, adrenalina, susto, terror... ¡Y sí, maté, corté cabezas, despedacé!

Después de eso un amigo me dijo: ‘ya estás listo para matar y para morir’. Por eso ya hasta yo mismo me doy temor qué puedo hacer, pues me dijeron ‘ya probaste sangre, ya estás listo’.

¿Morir o vivir? Esas son las opciones que tendrían los privados de libertad, según relato de recluso.EXTRA

Es que acá es un mundo diferente. ¿Por qué crees que he hecho atrocidades que nunca pensé? Yo camino de la mano de Dios y de la mano del diablo. Dios porque te protege y el diablo por todo lo que ves, haces y sientes.

Eso solo lo llevo en mi mente. Acá uno cambia. El que fui ya no soy. Ahora mi mente es diferente, soy otro”.

Los hechos: Tres han sido las principales masacres en las cárceles: febrero, 79 muertos; 29 de septiembre, 119 muertos; y la última, entre 12 y 13 de noviembre, 62 víctimas.